Nuevo varapalo para Tamara Falcó. Ha visto como en las últimas perdía a su abuela, con la que estaba muy unida. Beatriz Arrastia fallecía a los 98 años este domingo en Madrid rodeado de toda su familia.
En su círculo más próximo se le conocía como Beba o Betty. De origen filipino, llevaba residiendo en España desde 1992 desde que muriera su marido. Aunque siempre ha optado por la discreción, evitando los focos de la prensa del corazón, estaba muy unida a sus hijos y nietos.
Con Tamara Falcó tenía una especial relación, sobre todo porque pasaban mucho tiempo juntos. Era un de las pocas nietas que vivía cerca, y siempre que era posible trataban de verse.
Durante un evento celebrado en el Teatro Real habló de lo mucho que significaba Beatriz para ella. De hecho, fue quien la introdujo en el mundo de la fe. "Nació en el campo, en Filipinas, se enamoró locamente de mi abuelo, vivió la II Guerra Mundial y tuvo seis niños", resumió Tamara.
"Esa fe, ese amor inquebrantable" lo conservó "incluso cuando se mudó a España, contaba su nieta emocionada. Incluso "cuando en casa nadie iba a misa y nos metíamos bastante con ella"
Tamara Falcó señala que aprendió mucho de Beba en este tiempo, convirtiéndola en un referente para ella.
Pese a pertenecer a una de las familias más famosas del país, pocas personas sabían de su existencia. Beatriz quería pasar desapercibida y lo conseguía.
Solo se recuerda una aparición en televisión. Fue sorprendida por dos de sus nietos en el programa Volverte a ver.
Fue en 2019. Se le vio muy cómoda y natural delante de las cámaras. Aprovechó la ocasión para deshacerse en elogios hacia sus familiares más directos.
La sorpresa de Tamara en televisión
Una de las responsables de esa sorpresa fue Tamara Falcó. Durante el espacio, Beatriz les dedicó un emotivo mensaje. "No tengo palabras para expresar el cariño que les tengo, me sale del alma".
Admitía que "me conocen bien, saben lo que quiero". Por su parte, sus nietos le dieron las "gracias por ser la mejor abuela del mundo".
Pese a que se trataba de una mujer muy optimista, Beatriz no lo tuvo nada fácil en la vida. Tuvo que hacer frente al fallecimiento de tres de sus seis hijos. Ricky fue hallado muerto tras inhalar monóxido de carbono de una estufa; Carlos, por un cáncer fulminante; y Beatriz, por un cáncer de pulmón.
Los únicos que siguen con vida son Isabel, la más conocida del clan, y los más jóvenes, Joaquín y Victoria.
Era tal cariño que le tenían sus nietos, que tanto Enrique como Julio José se han desplazado a Madrid en un jet privado. Los hermanos de Tamara Falcó han querido estar en la despedida de su abuela, como publicó ABC.
La pérdida de Beba llega en un mal momento para Tamara. Pese a que ha encontrado el amor y la estabilidad al lado de Iñigo Onieva, en los últimos meses ha perdido a varios seres queridos.
El coronavirus se llevó a su padre, el marqués de Griñón, y a su tío Fernando Falcó. Hace casi un año también moría su cuñado Jaime Carvajal. El último fallecimiento es el de su abuela Beatriz.
En estos momentos trata de refugiarse en sus hermanos y en su pareja, con el que se le ha visto siempre muy cómoda. Y eso pese a los rumores de infidelidad por parte de él. Tamara ha querido mantenerse siempre alejada de esos comentarios, que no le han hecho demasiada gracia.
Siempre ha dicho que buscaba a alguien que le aportase estabilidad. Para ello ponía el ejemplo de su madre con Mario Vargas Llosa.