Samantha Vallejo-Nágera no está pasando por su mejor momento económico. La jueza de renombre de MasterChef tiene unas cuantas deudas a sus espaldas. Esta situación le ha obligado a buscar más trabajo para evitar problemas mayores en un momento en el que la hostelería está pasando una etapa de lo más difícil.
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La pandemia ha dejado su negocio principal contra las cuerdas
Cada lunes por la noche, Samantha Vallejo-Nágera luce su mejor sonrisa en el programa culinario de Televisión Española. No obstante, la procesión va por dentro. Las deudas económicas le dan más de un quebradero de cabeza, aunque trate de disimularlo.
Lo cierto es que la jueza de MasterChef siempre se ha desenvuelto estupendamente en el ámbito de la cocina. Ha recibido buenas formaciones en las capitales más importantes del mundo, sin embargo, no es chef como sus compañeros de programa, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez.
Hace más de dos décadas, Samantha centró todos sus esfuerzos culinarios en la creación de un catering, que sirve en eventos empresariales, nupciales y fiestas un menú gourmet. Lamentablemente, la pandemia del COVID-19 ha dejado su negocio hundido como otros tantos dedicados al mundo de la hostelería.
La cancelación de eventos multitudinarios le ha terminado pasando factura a su empresa de catering, así lo demuestran sus cuentas en el Registro Mercantil de Madrid.
Con una facturación media de casi un millón de euros, durante 2020 la rentabilidad de la empresa bajo en más de un 37%. Esto supuso alrededor de un 65% menos en su facturación y producción.
Por ello, Samantha Vallejo-Nájera se vio obligada hace unos meses a recurrir a los ERTE y a reducir el sueldo de la poca plantilla que le quedaba. Antes eran 50 personas y ahora menos de la mitad.
Desafortunadamente, estas medidas no han sido suficientes para remontar y el negocio de la hermana de Colate ha necesitado dar un paso más allá. Ha solicitado unos préstamos que rondan los 800 000, algo que ha supuesto un aumento del 73% de su deuda total.
Estas cifras la han puesto en un lugar delicado. Así que su empresa de hostelería podría cerrar definitivamente, según Vanitatis, porque las posibilidades de ser viable son muy reducidas.
Samantha tiene otros proyectos entre manos
A pesar de todo lo que le está tocando vivir, Samantha Vallejo-Nágera no se piensa rendir. No es la primera vez que se encuentra en una situación económica parecida. En 2019, la jueza de MasterChef tuvo que recurrir a otro préstamo con Bankia para sacar a flote su empresa, que ahora está pasando sus horas más bajas.
La jueza culinaria ya está buscando nuevas alternativas para remontar y sacar a flote su economía. La fundación del restaurante Casa Taberna, ubicado en el municipio segoviano de Pedraza, en 2020 puede ayudarle a reducir sus deudas.
Además, la hermana de Colate tiene un as en la manga. Es el rostro de múltiples anuncios, como el de Fairy. Esto le supone ingresos extras, que en esta época complicada no puede rechazar.
A todo ello hay que sumarle lo que cobra por ser miembro del jurado de MasterChef. Aunque la cifra se desconoce, seguro que le ayuda a sobrellevar la situación económica complicada que está atravesando en la actualidad.
Está claro que son tiempos difíciles para la hostelería y por mucho renombre que tenga la jueza culinaria, la pandemia se ha cebado también con ella. Por eso, si su negocio principal termina echando la persiana, Samantha deberá continuar esforzándose en el resto de proyectos. Las deudas hay que saldarlas lo antes posible y si no lo hace podría perder todo por lo que ha luchado durante años.
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