Rocío Carrasco con el rostro serio y la mirada perdida al horizonte

Rocío Carrasco se hunde cada 27 de enero, su peor y más triste día del año

Rocío Carrasco ha vivido momentos realmente duros que le han dejado huella

Rocío Carrasco, hija de la gran Rocío Jurado, forma parte de la historia de la prensa del corazón porque es famosa desde la cuna. Está acostumbrada a tratar con periodistas y reporteros, pero hubo un tiempo en el que no se sintió con fuerzas de seguir adelante. Hay mucha gente que piensa que jamás superó la el fallecimiento de la Más Grande, aunque eso no lo es todo.

Rocío Carrasco también ha perdido a su padre Pedro Carrasco, uno de los boxeadores más importantes de España. Falleció el 27 de enero de 2001, fecha que la nueva reina del feminismo tiene marcada a fuego en su calendario. Algunos expertos en crónica social aseguran que padre e hija mantenían una relación bastante delicada, pero no es verdad.

Montaje con las caras de Pedro y Rocío Carrasco
Rocío Carrasco y Pedro Carrasco tuvieron una relación demasiado mediática | La Noticia Digital

Rocío adoraba a su padre Pedro, de hecho disfrutaba de un vínculo muy especial con él porque pasó su infancia a su lado. Recordemos que Rocío Jurado hacía giras fuera de España, así que fue el boxeador quien se quedó a cargo de Rociíto. Raquel Mosquera, viuda del deportista, ha difundido rumores durante todos estos años que podría no ser ciertos.

La hija de la Más Grande ha demandado a Raquel Mosquera, quien le acusa de haber discutido con su padre Pedro poco antes de morir. La peluquera más famosa de la prensa del corazón no tiene miedo, pero ha comprendido que lo mejor para ella es ser más prudente. Rociíto ha contratado a un equipo de abogados de primer nivel, así que Mosquera debería estar atenta.

Rocío sufrió mucho tras la muerte de Pedro Carrasco porque en aquel momento tenía bastante mala fama entre el público. Por ese motivo le abuchearon cuando llegó al cementerio para despedirse del boxeador, un momento realmente incómodo para todos. Por suerte contó con el apoyo de Fidel Albiac, su inseparable marido que jamás le ha soltado la mano.

Rocío Carrasco se quedó huérfana en poco tiempo

Rocío estaba bastante unida a su padre Pedro Carrasco, de hecho entre ellos existía un vínculo especial porque pasaban mucho tiempo juntos. Su repentina muerte supuso un golpe duro en la vida de Rociíto y tan solo cinco años después pasó por lo mismo. Cuando todavía no se había recuperado a su madre Rocío Jurado le decentaron un grave tumor.

La folclórica luchó contra viento y marea, siempre ha sido una mujer empoderada y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para seguir adelante. Viajó a Estados Unidos y se puso en manos de los mejores médicos, pero no fue suficiente. Por desgracia falleció en 2006 y su hija Rocío se quedó completamente sola, con el único apoyo de su marido Fidel Albiac.

Montaje con Fidel Albiac, Pedro Carrasco y Rocío Carrasco
Pedro Carrasco y Fidel Albiac estuvieron en boca de todos mucho tiempo | La Noticia Digital

Pedro Carrasco, según ha salido publicado, no tenía buena relación con Fidel, pero esta afirmación podría no ser cierta. Los amigos de la reina del feminismo aseguran que Albiac pasaba mucho tiempo con su suegro y que disfrutaba de un trato cordial con él. Solo los protagonistas de la historia saben la verdad, aunque hay secretos que jamás saldrán a la luz.

Rocío Carrasco ha sido acusada de no tratar bien a Pedro

Pedro Carrasco adoraba a su hija, a pesar de que en algún momento tuvo que ejercer de padre estricto y fue muy duro con ella. Raquel Mosquera, viuda del padre de Rocío, corrobora que el boxeador sentía pasión por Rociíto, pero ha dado a entender algo bastante serio. Según su opinión, Carrasco no se portaba bien con su progenitor y discutió con él poco antes del terrible fallecimiento.

La hija de la Más Grande ha interpuesto una demanda para demostrar que lo que cuenta Mosquera no es verdad. Habrá que esperar un tiempo para ver qué dice la justicia, aunque todo hace pensar que Raquel tiene motivos para estar preocupada. Independientemente de que lo que diga sea cierto o no es un dato demasiado íntimo como para hacerlo público.