Letizia no conseguirá olvidar nunca la fecha del 7 de febrero de 2007. Ese día aparecía muerta su hermana Érika a los 31 años. Su cuerpo fue hallado en su casa del barrio madrileño de Valdebernardo.
Han pasado 15 años desde entonces, y sus familiares han visto como en este tiempo sus vidas daban un cambio radical. Todos ellos lo recuerdan con gran dolor.
En aquel momento, Letizia era todavía princesa de Asturias y se encontraba embarazada de su segunda hija. La autopsia desveló que la joven se había quitado la vida tras ingerir un número elevado de pastillas.
Aunque la esposa de Felipe trató de llevar el dolor con mucha discreción, la tristeza se apoderó de ella. Fue uno de los peores días de su vida, como se pudo comprobar en la ceremonia de despedida. Apareció con el rostro desencajado y sin poder contener la tristeza.
Después de tres lustros, Letizia ha conseguido alcanzar el reinado de España y ser la madre de dos adolescentes. Solo tres meses después de esa muerte llegaría al mundo la infanta Sofía.
Pero en esta historia, siempre ha quedado relegada a un segundo plano la hija de Érika. "No se supera y menos de la forma que me pasó a mí. Aprendes a vivir con ello y se tarda mucho", aseguraba Carla Vigo en un storie de Instagram el pasado diciembre.
Cuando le preguntaban qué echaba de menos de su infancia, tenía claro que "a mi madre, no tener tantas preocupaciones". Apenas tenía 6 años cuando la tuvo que despedir, por lo que tiene "muy poquitos" recuerdos de ella.
La joven es fruto del matrimonio entre la hermana de Letizia y el escultor Antonio Vigo. Su intención es labrarse una carrera como actriz. Hace unos meses debutaba en el teatro como parte del elenco de Yerma de la mano de Rafael Amargo.
El 10 de septiembre, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, quiso compartir un mensaje. "Mi madre no es una cifra. Era mi madre", señaló.
La segunda hermana de las Ortiz Rocasolano, tampoco consiguió recuperarse de aquella desgracia con facilidad. Hace apenas unos meses que volvía a experimentar de nuevo la sensación de ser madre. En agosto de 2021 daba a luz a su segunda hija, el primer bebé con Robert Gavin.
Los padres de Letizia, como es lógico, también han visto como sus vidas han experimentado unos cuantos cambios en este periodo. Jesús anunciaba hace apenas un año que se jubilaba después de más de 50 años de carrera en el mundo de la comunicación.
Admitía que necesitaba más tiempo "para mi familia y mis cosas". Cinco meses después de dejar el trabajo también despedía a su madre, quien fallecía a los 93 años en Ribadesella.
Letizia ha tratado de refugiarse en su familia
Por su parte, la madre de Letizia, Paloma Rocasolano, trata de llevar una vida lo más discreta posible al lado de Marcus Tokuaboh. Al igual que su exmarido, procura mantenerse alejada de la prensa. Eso sí, hace todo lo posible por ver a sus hijas.
Es habitual verla todos los años en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias que se celebran en Oviedo. Allí comprueba como su nieta Leonor va gozando cada vez de más protagonismo en los actos.
Pese a la ruptura del matrimonio, la familia ha tratado de estar siempre muy unida. Siempre han estado dispuestos a ayudarse los unos a los otros en los momentos más complicados.
Letizia, además, pudo refugiarse en sus hijas y en su marido para superar ese mal trago. La muerte de este ser querido permanecerá toda la vida en su recuerdo.