Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo

El único cabo sin resolver que tiene en vilo a Raquel Sánchez Silva por Mario Biondo

Raquel Sánchez Silva tiene que hacer frente a las continuas exigencias de los padres de su difunto marido

Raquel Sánchez Silva volvía a ser noticia esta semana por su regreso a la televisión. La periodista se ponía de nuevo al frente de Maestros de la costura, de TVE.

En sus apariciones públicas se muestra radiante, con una sonrisa en la boca, y encantada con lo bien que le va la vida.

Sin embargo, aunque no quiera, siempre le perseguirá el fantasma de su difunto marido Mario Biondo. Cuando menos se lo espera le vuelven a recordar ese triste episodio de su pasado. Ya han pasado casi nueve años desde aquello.

Raquel Sánchez Silva tuvo que hacer frente a uno de los momentos más complicados de su vida. Su pareja apareció muerto en su casa y todos los indicios señalaban que podría tratarse de un suicidio. Pero la familia del cámara italiano no se cree esta versión y sospecha que alguien estaría detrás de su fallecimiento.

Hace unas semanas se conoció que una agencia de detectives trabajaba en la búsqueda de nuevas pistas para reabrir el caso. Sospechan que su muerte fue un tanto misteriosa, sobre todo porque aprecian ciertas lagunas en la investigación.

El día de su defunción llegaron a rastrear el router y los mensajes del móvil de la presentadora. Los agentes quisieron contemplar todas las posibles hipótesis. Pero en poco tiempo descartaron la posibilidad de que Mario Biondo hubiera muerto de manera violenta.

Foto de Raquel Sánchez Silva en 'Maestros de la costura'
Raquel Sánchez Silva volvía esta semana a la televisión. | Europa Press

En cualquier caso, los padres de Mario Biondo, continúan luchando en los tribunales para conocer las causas del fallecimiento de su hijo. Entienden que hay ciertos cabos sueltos en el procedimiento y reclaman respuestas.

La justicia de Palermo ha decidido seguir adelante con el caso, dispuestos a llegar hasta el fondo del asunto. Detrás de ese triste final se esconde un gran misterio. La pregunta que se formula todo el mundo es si realmente se trató de un suicidio.

Raquel Sánchez Silva tuvo que hacer frente a unas semanas muy duras durante el pasado 2021. Los padres del italiano recorrieron varios platós de televisión para reclamar justicia y la reapertura del procedimiento. Se resisten a arrojar la toalla y quieren que la justicia española vuelva a investigarlo con los nuevos datos recopilados.

Y no lo ven como algo imposible. El progenitor del cámara explica que "en Italia se ha abierto recientemente un caso después de 25 años y otro después de 32". Señala que todavía "quedan pruebas por conocerse, sobre todo con las nuevas tecnologías".

Con el paso de los años se han conseguido avances en cuanto a las técnicas de investigación. Quieren que se hagan uso de ellas para esclarecer lo que pudo suceder aquella noche de mayo de 2013. De momento se han realizado tres autopsias al cadáver de Mario Biondo y el resultado sigue sin estar claro al 100%.

Raquel Sánchez Silva debería estar preocupada

Raquel Sánchez Silva siempre se ha mostrado contraria a rescatar un caso que estaba olvidado para ella. Quiso zanjarlo de inmediato rehaciendo su vida con otro hombre y creando una familia.

Sin embargo, hay ciertos motivos por los que la presentadora quizás debería estar preocupada. En la última autopsia realizada se analizaron diferentes muestras biológicas que no se correspondían con el cuerpo del italiano. Eso hizo saltar todas las alarmas.

Foto de Raquel Sánchez Silva en el cementerio
Raquel Sánchez Silva a los pies de la tumba de su difunto marido. | GTRES

Algunos medios difundieron que había dos sospechosos que ya estaban identificados. Según las investigaciones de la familia, se tratarían de personas pertenecientes "al círculo" de la periodista. El padre del cámara admite que "no hay nadie que esté siendo investigado" por ahora.

En cualquier caso, Raquel Sánchez Silva vuelve a mostrar una actitud un tanto extraña. Muy alejada de la familia de su difunto esposo y sin querer dar facilidades para aclarar lo acontecido.