Miguel Marcos era consciente de lo que significaba el regreso de su mujer a Sálvame. Tras varios meses juntos, el sanitario y Belén Esteban no se han separado ni un solo momento. Él ha sido el paño de lágrimas de la colaboradora y uno de sus máximos apoyos.
Ahora, con la vuelta al programa vespertino, todo vuelve a la normalidad. Miguel sabe que su mujer es uno de los pesos pesados en el plató y que su regreso iba a crear polémica. Y no se ha equivocado, pues una de las cosas a las que se ha enfrentado es a sus problemas económicos.
Miguel Marcos enmudece ante los problemas con Hacienda
Miguel Marcos ha estado muy pendiente de la vuelta al trabajo de Belén. Todavía con la pierna vendada y en muletas, la tertuliana se ha puesto al día de la actualidad y ha aportado su opinión.
El pasado martes tocaba hacer un repaso sobre los problemas económicos de algunos colaboradores. Son varios los que tienen deudas con Hacienda y Sálvame se encargó de que estas vieran la luz.
Antes de que su nombre saliera a la palestra, la mujer de Miguel se adelantó y expuso cuál era su situación real. "Estoy en paz con Hacienda, mi empresa va bien", confesó despejando así cualquier duda sobre si debía o no dinero al Fiscal.
A día de hoy, Belén presume de estar al corriente de pago y admitió que conoce a la perfección cualquier movimiento monetario en sus cuentas. "Sé cómo están mis cuentas y cómo están mis cuentas personales", añadió.
Desde que dejó de ser representada por Toño Sanchís, la empresaria decidió estar muy pendiente de su economía. No quiere volver a llevarse un susto y muchos menos que la califiquen de morosa, de ahí su empeño en estar al corriente de todo.
Según explicó, su empresa alimentaria va bien a pesar de que últimamente sus gazpachos y salmorejos han estado en el punto de mira. Tras la calificación de la OCU donde estos quedaban muy por debajo respecto a otros, la empresa de Belén se resintió. No obstante, pese al varapalo, parece que todavía obtiene un balance positivo.
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Miguel Marcos no olvida los peores años de Belén
Miguel Marcos llegó a la vida de Belén en 2013, justo cuando esta atravesaba uno de sus momentos más delicados. El sanitario fue su tabla de salvación y se agarró con fuerza para vencer todas las tempestades.
Pero los verdaderos problemas llegarían en 2017 cuando la vida de la colaboradora estalló por los aires. La mala praxis del que era su representante le llevó a deber dinero a la Agencia Tributaria. Concretamente 700.000 euros que supuso para ella un jarro de agua fría, 500.000 representaban la deuda y el resto respondía a la multa y los intereses.
"Cuando a mí me viene Hacienda, yo me tuve que ir a un banco con Miguel y pedir un préstamo con un interés altísimo", explicó en un Deluxe. Esto llegó justo en el momento en que Belén y Toño se enfrentaban en los Tribunales, por lo que lo pasó francamente mal.
No fue hasta 2019 cuando la mujer de Miguel pudo por fin saldar la deuda. Lo hizo gracias a su trabajo en televisión y a alguna que otra exclusiva. Un esfuerzo extra que se sumó también la venta de uno de sus inmuebles con el que poder hacer frente a sus problemas económicos.
La jugada le salió redonda pues tras vencer a Sanchís en los juzgados este tuvo que pagarle 600.000 euros. De ahí que tomara la determinación de implicarse en su economía y estar pendiente de cualquier movimiento en su patrimonio.
Actualmente, Belén está en paz y tranquila sabiendo que sus negocios tanto dentro como fuera de la televisión van perfectamente.