Karlos Arguiñano no levanta cabeza en los últimos tiempos. El popular cocinero ha atravesado unos complicados momentos a nivel familiar tras confesar cómo le ha afectado a su mujer esta larga época de pandemia.
Y es que hace unas semanas, Arguiñano confesaba en El Hormiguero que Luisi, su esposa, tenía miedo de contraer el Covid y esto le provocaba que evitase salir de casa.
"Conté hace un año en Dos parejas y un destino, de Anne Igartiburu, que Luisi está muy triste y ahora se sigue comentando en las redes", ha explicado. El popular chef y empresario vasco quiso tranquilizar a sus seguidores y confesó que "Luisi está muy bien. Está esperándome mañana para que le prepare la cena", decía en diciembre el chef vasco.
Karlos Arguiñano no levanta cabeza
El caso es que a este popular cocinero no le va muy bien uno de sus negocios. El chef es propietario de uno de los clubs de pelota vasca más importante de Euskadi. Pero lo que no esperaba es que su negocio fuese a sufrir los estragos de la pandemia de una forma tan acusada.
Su compañía, Baiko Kirola SL no ha logrado, por el momento, salir del pozo en el que está metida desde hace un par de años.
La sociedad presentó las cuentas de 2020 y el resultado fue negativo. La empresa ingresó 2,3 millones de euros, un millón menos que en años anteriores y tuvo unas pérdidas de 146 637 euros.
Vanitatis ha tenido acceso a la memoria económica de la sociedad y esta justifica esos malos resultados por la pandemia.
Una suspensión que afectó a toda la plantilla
"El 12 de marzo de 2020, ante la evolución de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, se suspendieron todo tipo de festivales deportivos y campeonatos en la disciplina de pelota a mano. Dicha suspensión afectó a toda la plantilla de la empresa, ya que su dedicación profesional se encuentra directamente relacionada con la celebración de estos eventos deportivos", reza esa memoria de cuentas, publica Vanitatis.
"En consecuencia, la Sociedad tramitó en fecha 16 de marzo de 2020 un ERE por fuerza mayor que afectó a la totalidad de la plantilla. El ámbito de afectación de la situación de fuerza mayor descrita alcanzó a todos los ámbitos y personal de la empresa, a los propios deportistas profesionales (pelotaris profesionales) así como al personal técnico-deportivo y administrativo. Esta situación de ERE por fuerza mayor se mantuvo hasta el 19 de junio de 2020”.
Karlos Arguiñano presentó su negocio de pelota vasca en 2019
Fue un año antes, en 2019, cuando Karlos Arguiñano presentó Baiko como un nuevo grupo deportivo. Integraba otras dos empresas sobre pelota vasca y la escudería de motociclismo ARG Racing Team. “Queremos ser más fuertes para ser mejores”, explicaban entonces.
Por si fuera poco, los empleados han criticado el anuncio de Baiko de bajarles el sueldo un 20%. A finales de 2020, los pelotaris hicieron huelga por culpa de los recortes. Y es que muchos de ellos no pueden vivir de su profesión por la falta de medios y muchos denuncian que tienen dificultades para cobrar 1 000 euros al mes.
"El caso es que Baiko lleva muchos años ganando mucho dinero gracias a que esta empresa y Bainet, propiedad de Karlos Arguiñano, se llevan alrededor de dos terceras partes de los casi tres millones y medio de euros anuales que invierte la tele pública vasca ETB". Así explotaba uno de los pelotaris en una televisión vasca.
Por otro lado, por suerte para Karlos Arguiñano, este ha sabido diversificar bien sus negocios. Y es que el resto de empresas van viento en popa a pesar de la pandemia.
El cocinero y María Luisa Amestoy, su mujer, son los accionistas mayoritarios de Baiko a través de su holding Bainet Taldea SL. Entre sus inversiones están la hostelería, la edición de libros, los juegos de azar, las webs de noticias, la producción televisiva o la restauración.