Karlos Arguiñano es uno de los invitados fijos de El Hormiguero todas las temporadas. En esta ocasión acudió al plató de Antena 3 para presentar su nuevo libro, aunque también abordó otros muchos temas de actualidad.
Aprovechó la ocasión para hablar de su familia, sobre todo de su mujer Luisi. Se había especulado mucho de su estado de salud durante los últimos meses y quería zanjar la situación de una vez por todas.
Arguiñano confirmó que su esposa esta "muy bien". De hecho, "está esperándome mañana para que le haga la cena", aseguró el popular chef. Tras desatarse la pandemia había hecho unas declaraciones que dejaron preocupados a sus seguidores.
Durante la etapa de confinamiento, su mujer tenía miedo a salir de casa por temor a contagiarse, y vivió aquellos momentos con mucha pena. "Conté en el programa Dos parejas y un destino que Luisi estaba muy triste, pero se sigue comentando en las redes sociales", añadía.
La pandemia ha dado una pequeña tregua gracias a la vacunación y el estado de ánimo de la familia ha cambiado por completo. Se puede decir que se encuentran ante una de sus navidades más especiales. Y es que en muy poco tiempo sumarán un nuevo miembro a la familia.
Karlos Arguiñano está esperando un nuevo nieto, que será el número 13. Una de sus hijas salía de cuentas este jueves y confían que durante las próximas horas dé a luz. Un motivo más de alegría para el cocinero, que siempre ha estado muy pendiente de los suyos.
En una de sus últimas visitas a El Hormiguero explicaba que los meses de confinamiento se le hicieron muy duros. "Estamos atravesando un momento difícil. Yo tengo 11 nietos y, en nueve meses, no he abrazado a ninguno", contaba emocionado.
Ahora la situación ha cambiado y ya no son 11. Se le suman otros dos para satisfacción del cocinero de Antena 3.
Durante un momento del programa de este jueves, también quiso ponerse serio para tratar un tema que le preocupa. Afirmo que "somos los números uno de Europa en obesidad infantil y eso es un horror. La culpa la tienen los padres, y lo digo con todo el cariño".
Insiste en la necesidad de "darles de comer variado. Una persona está bien alimentada cuando come un poco de todo y mucho de nada. No les puedes dar tres días a la semana espaguetis y pechuga de pollo" añadió.
Karlos Arguiñano desvela una afición oculta
Karlos Arguiñano desveló una de sus grandes pasiones, totalmente desconocida para el público. "Lo que más gusta son las mangueras", confesó ante el asombro de todos.
Recuerda que cuando montó el restaurante hace 42 años "vinieron los de seguridad y me dijeron que había que poner una. Pues la quiero como la de los bomberos de San Sebastián", apuntó. Pero su afición fue a más, sobre todo a partir de empezar a visitar Madrid.
Conocía la capital sobre todo de noche. "Alguna vez, cuando volvía de madrugada, veía a los que limpiaban la calle de Alcalá con la manguera" y no podía resistirse. Se bajaba del taxi y les daba 200 pesetas a "los que la manejaban para que me dejasen cinco minutos".
Este tema le llevó a recordar una anécdota de la infancia. En la escuela "éramos 60 y el que más lejos meaba era yo. No hay secreto", apunta.
La clave estaba en "coger la punta de la chorra, le hacía como un globito y hacía 'chip', 'chip'. Y llegaba a un árbol que estaba a tres metros", aseguró Arguiñano ante las risas del público.
Se le preguntó si invitaría al presidente del Gobierno si fuera a comer a su restaurante. Él lo tiene claro. "Le cobro fijo, yo solo invito a mis amigos".
El cocinero de la televisión le daría de comer "a alguien que no ha comido". Entiende que lo "más duro en esta vida es que llegue la hora de la comida y haya gente que no tenga para comer":