Karlos Arguiñano es todo un referente para millones de familias españoles. Desde hace tres décadas entra en nuestros hogares con sus recetas y consejos culinarios, convirtiéndose en el chef de la tele. Habla claro, sin rodeos y tiene capacidad para reprochar una actitud cuando lo considera oportuno.
Este año ha sido uno de los más complicados de su vida. En alguna ocasión ha reconocido que su mujer Luisi lo había pasado realmente mal durante la pandemia. El miedo al contagio y las restricciones que impedían ver a sus hijos y nietos le acabaron pasando factura.
Pero Arguiñano ha querido pasar página. Hace unos días aclaraba que todos en su casa se encontraban perfectamente de salud, y que solo había sido una pequeña crisis.
El cocinero de Antena 3 acaba de presentar su último libro: La cocina de tu vida. Una obra que reúne 950 recetas. "No hay ni una repetida en ninguno de mis libros", cuenta.
"Como para repetir, llevo hechos 7000 programas", presume orgulloso. A sus 73 años y tras permanecer tanto tiempo en lo más alto de la televisión, podría parecer que tendría derecho a permitirse cualquier licencia. Pero no es así, "me callo muchas cosas, no digo ni la mitad", asegura a ABC.
En alguna ocasión se le ha visto muy crítico con la clase política y con aquellos que "hacen caja". Pero en la sobremesa prefiere contar chistes, reservando los verdes para los encuentros con los amigos.
Si hay algo que preocupa en realidad a Karlos Arguiñano es la obesidad infantil. Este tema consigue sacarle de quicio. Sobre todo porque estamos en un país en el que "tenemos una cocina amplia y variada".
En donde abundan "un montón de legumbres, frutas, verduras, carnes y pescados de todo tipo". Por eso, que "haya niños de 6 o 7 años con exceso de peso no es normal". Considera que esos jóvenes "no van a ser felices porque no pueden correr, no pueden competir".
Explica lo que les puede ocurrir cuando lleguen a la adolescencia con un cierto sobrepeso. Es una época en la que "empiezan a estar con las chicas y ellos no interesan porque están gorditos. Me preocupa un montón porque digo, 'aquí solo van a triunfar los guapos' y eso no puede ser".
Responsabiliza de todo esto a la dieta. Hay un cierto abuso de los platos precocinados y preparados. No es contrario a ellos en momentos puntuales, como por ejemplo cuando "no tienes tiempo realmente".
Karlos Arguiñano tiene la clave para adelgazar
Karlos Arguiñano no se cree que la gente "diga que no tiene tiempo para cocinar. ¿No tienes 15 minutos para hervir unas judías verdes con patatas?, se pregunta.
Lo adecuado, según el cocinero de Antena 3, es que los menores comieran "lo mismo que comen los padres, pero en proporciones más pequeñas. No entiendo los menús para niños", añade.
Cuando los mayores "coman lentejas y albóndigas, ellos tienen que comer un platito de lentejas y dos albóndigas. Y un trozo de buen pan para que unte".
Tiene claro que el secreto para perder peso pasa "por comer la mitad. Eso lo vengo predicando desde hace años. Me lo dijo un médico hace 45 años y no se me ha olvidado", explica.
Después de más 30 años en la televisión, Karlos Arguiñano sigue apreciando el cariño del público. Se siente abrumado con los gestos de la gente. Recuerda que vienen "a casa 20 autobuses del Imserso a verme".
Relata que "a veces hay colas como en Doña Manolita para hacerse fotos con mi estatua que tenemos en la puerta del hotel restaurante". Eso le descoloca un poco porque "yo me siento más normal que la hostia".