El fallecimiento de Verónica Forqué a los 66 años nos ha dejado conmocionados y ha reabierto el debate sobre la importancia de la salud mental.
El emotivo y sentido homenaje que se le ha rendido a la artista el Teatro Español de Madrid se llenaba de aplausos y lágrimas.
Todos los asistentes aseguraban que Forqué era una mujer entrañable y que se desvivía por aquellos que la rodeaban.
A pesar de que se sabía que la actriz había atravesado numerosas depresiones, su decisión de quitarse la vida ha dejado a todos conmocionados.
Sobre todo a sus compañeros de MasterChef Celebrity, que compartieron con ella sus últimas apariciones televisivas.
Ya en ese momento Forqué realizaba unas preocupantes declaraciones que hacían temer lo peor. La actriz abandonaba el talent culinario antes de tiempo porque aseguraba no estar en su mejor momento.
"No me encuentro bien, estoy agotada", reconocía abatida. "He luchado diez semanas, la experiencia de las mejores de mi vida, usted sabe jefe que yo soy muy luchadora y estoy aprendiendo mucho".
"Qué lástima, siento no poder estar a la altura pero es que no puedo, el cuerpo no puede, no puedo con mi alma. Volveré cuando esté buena", sostenía.
En el conmovedor último adiós que se le ha dado a la artista en el Teatro Español han sido muchos los compañeros y amigos que se han presentado para acompañarla.
"En el interior, las flores rodeaban el féretro y tras él iban apareciendo imágenes de lo que han sido cinco décadas de vida sobre los escenarios".
Una gran trayectoría en el mundo del cine que se iniciaba trabajando en películas de su padre, el director y productor José María Forqué, en los setenta.
Sin embargo, no fue hasta los ochenta cuando se consagraba como actriz de comedia y en 1984 llegaba su gran salto cinematográfico, cuando Pedro Almodóvar le ofreció la oportunidad de su vida al convertirla en una de sus 'chicas'.
Con el tiempo, llegaba a ganar nada menos que cuatro premios Goya y se consolidaba como una de las actrices más reputadas y premiadas de nuestra cinematografía.
María Forqué, incapaz de hacer frente al último adiós de su madre
Rostros muy conocidos como Pepe Rodríguez, Paco León, María Barrios o Pedro Almodóvar no han querido faltar a este sentido homenaje.
Sin embargo, se ha hecho más que notable la ausencia de una de las personas más importantes en la vida de Verónica, su hija. María Forqué está demasiado afectada por esta devastadora pérdida y a pesar de que estuvo en el Tanatorio de San Isidro, se vio incapaz de presentarse en la capilla ardiente.
María estaba muy unida a su madre, fruto de la relación de la actriz con el "gran amor de su vida", el director Manuel Iborra.
Su historia de amor comenzaba en 1981 y pusieron punto y final a la misma en 2014 tras más de treinta años de unión, algo que no resultó nada fácil.
"Mi ex, con el que he estado 34 años de mi vida, es el amor de mi vida y siempre lo será, no va a haber otro", aseguraba públicamente Verónica.
"Es un hombre del que me separé hace seis años y que nunca jamás me ha vuelto a hablar. Se acabó porque él quiso que se acabara. Yo le amaba, pero no le podía soportar".
"Era un aburrimiento de vida, parecía una vieja de 80 años. Ahora estoy muy zen y tengo que encontrar el equilibrio".
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Su hija, María, ha resultado ser una joven muy transgresora que no le tiene miedo a nada. Buena prueba de ello es que muestra con naturalidad su cuerpo en las performances que realiza.
Y destacaba por la libertad con la que ha elegido siempre vivir, al igual que su madre, que encontró en la meditación un gran refugio.