Iñigo Onieva se ha quedado compuesto y sin novia después de que Tamara Falcó decidiera poner punto y final a su relación. Las imágenes del empresario besándose con una modelo brasileña ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la marquesa. Solo unas pocas horas duró el anuncio de su esperada boda, pues ese mismo día las controvertidas fotos salieron a la luz.
Aunque Iñigo trató de convencer a la hija de Isabel Preysler, esta ya ha tomado una decisión en firme. El escándalo y la vergüenza ha puesto en una situación incómoda a Tamara y ahora su ex exige conocer quien ha filtrado las imágenes. Cree conocer a la principal responsable y Onieva está decidido a enfrentarse a la misma reina de corazones.
Iñigo Onieva señala a la culpable de su ruptura sentimental
Iñigo Onieva ha quedado en evidencia ante todo el mundo al destaparse un vídeo donde se le veía besando a una mujer que no era Tamara. Ocurría este mismo verano durante un festival en California donde el empresario se dejó llevar completamente.
Las imágenes veían la luz el mismo día en que la marquesa de Griñón anunciaba su boda con Iñigo feliz e ilusionada. Aunque en un primer momento Tamara cerró filas en torno a su chico, finalmente no ha resistido la presión. Onieva ha quedado como un mentiroso y un infiel y la hija de Isabel Preysler como una ingenua.
Y es que no han sido pocas las veces en las que la hija de Carlos Falcó fue avisada del comportamiento de su chico. Su gusto por la fiesta es de sobras conocido y el entorno de la celebrity sabía que tarde o temprano algo así podría pasar.
Aseguran que Iñigo está arrepentido, que "sabe que ha metido la pata hasta el fondo y que ha podido ser el peor error de su vida". Tamara ha borrado y eliminado a su ex de las redes y se niega a hablar con él. El vídeo ha sido una humillación para ella y no quiere saber nada del que ha sido su pareja durante los últimos dos años.
Por su parte, Iñigo no está dispuesto a tirar la toalla y quiere llegar hasta el fondo. Su intención es conocer la identidad de quien ha filtrado las imágenes, aunque cree conocer de sobras quien ha sido. Sus sospechas recaen sobre su suegra, Isabel Preysler quien nunca aprobó la relación entre Iñigo y Tamara.
Iñigo Onieva está convencido de que querían hacerle daño
Iñigo tiene el firme convencimiento de que el objetivo era causar el máximo daño posible a su relación con Tamara. Quien tuviera esas imágenes de él besándose con otra, las tenía desde hacía tiempo y ha esperado el momento oportuno para sacarlas. El anuncio de su matrimonio con la marquesa de Griñón fue el instante perfecto para hacer saltar todo por los aires.
Aunque no se sabe a ciencia cierta quién filtró el vídeo, el entorno del empresario asegura que este duda de su suegra. Isabel Preysler jamás aceptó la relación y es quien ha insistido a Iñigo para que deje de intentar hablar con Tamara. Esta no quiere saber nada de él y no le coge el teléfono.
"Detrás de esta filtración podría estar la propia Isabel, sabemos que la madre de Tamara nunca ha querido esta relación", comenta el entorno de Onieva. "Ha intentado en varias ocasiones convencer a Tamara para que la pusiera fin", confiesan.
Al parecer, la reina de corazones nunca se fio de Iñigo e intentó varias veces que su hija abriera los ojos. A ella le llegaba información del empresario, pero Tamara hacía oídos sordos. Es más, en alguna que otra ocasión hasta discutieron haciendo que la marquesa decidiera irse de alquiler antes de tener su piso nuevo.
Tal y como cuentan, a Isabel le horrorizaba la idea de que su hija se casara con Iñigo. De ahí que todas las sospechas se dirijan a su suegra como la principal culpable de la ruptura.