Froilán es todo un quebradero de cabeza para la Familia Real. Desde muy joven se ha visto envuelto en multitud de polémicas que han contribuido al desgaste de la institución. Ni Felipe ni Letizia comparten el estilo de vida que lleva.
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Es un asiduo de la noche madrileña, y no es lo que se considera un estudiante ejemplar. En la medida de lo posible, los reyes tratan de mantenerlo lo más alejado posible de Zarzuela.
El hijo de la infanta Elena lleva un tren de vida muy alto. En su momento fue uno de los cinco miembros de la Casa Real que dispuso de tarjeta black. Froilán podía hacer uso de ella sin control y sin que nadie reparara en los gastos.
Aquella situación fue muy comentada, pero todo quedó en nada. Ni hubo investigación ni quisieron depurar responsabilidades. Se trataba de un asunto un tanto controvertido que volvía a dejar tocados a Felipe y a Letizia.
Telecinco ha querido realizarle un seguimiento al joven. Continúa con sus estudios, aunque aclaran que no acude a una universidad de prestigio, sino a una "cara". Algo similar ocurre con su hermana Victoria Federica, que sigue sus pasos en todos los sentidos.
En sobrino de Felipe se encuentra estudiando en estos momentos 4º de Empresariales, según Viva la vida. El encargado de sufragar los gastos de esta universidad privada es el rey emérito. Tiene que abonar 20 000 por curso, una cantidad considerable.
Froilán, que tiene 23 años, va con cierto retraso. Se le atraganta eso de estudiar. Incluso algunos de sus compañeros le delatan, y lo tachan de mal alumno.
Se puede decir que lo conocen, pero sobre todo de verlo en los medios de comunicación. Y es que el sobrino del rey "no se deja caer mucho por aquí. No suele venir", explican sus compañeros.
Cuentan que en "dos años le he visto cinco veces. Repitió el primer curso y en la clase no apareció ni un día". Aseguran que en el caso de faltar al aula "te suspenden, pero mientras sigas pagando..., lo que aguante tu bolsillo".
Froilán, una vida de lujos y sin preocupaciones
Observan a Froilán salir de clase a las 13:00. Lo hace con gorra. Coincide con su exnovia y ni siquiera cruzan las miradas.
El joven se monta en una motocicleta de alquiler y se dirige a la casa de su madre, donde tiene fijada la residencia. Tiene una vida muy cómoda, en donde nada parece preocuparle.
No tiene demasiada aceptación entre sus compañeros. O al menos eso parece. Alguno de ellos descubre ciertos episodios de su vida que habían tratado de ocultar en la Casa Real.
"Han tenido que ir a buscarle a comisaría. Le han tenido que sacar de problemas", desvela uno de ello.
Asegura que tenía confirmación de ello porque "el asesor del rey es asesor de mi padre y me lo contaba". En el altercado tuvieron que acudir "los jefes de la Policía de Madrid".
Al parecer, hace unos meses había participado en "una pelea". Lo peor de todo es que fue en pleno confinamiento y con muchas personas tratando de ocultar un nuevo escándalo.
Su vida de lujos, despilfarro y fiestas le aleja mucho de la imagen que pretende trasladar la institución.
Resulta complicado limpiar la imagen del sobrino de Felipe y Letizia. Ya son muchos los altercados protagonizados y en la medida de lo posible tratan de mantenerlo muy alejado de la Corona. No hay que olvidar tampoco que tiene un hueco dentro de la línea sucesoria.
Froilán es todo lo contrario a sus primas Leonor y Sofía. De ahí que haya un especial interés en distanciarlo de ellas. No es el mejor ejemplo para las hijas de los reyes.