En los últimos meses se ha hablado mucho sobre el estado de salud de Julio Iglesias. Algunos medios aseguraban que estaba excesivamente débil e incluso se temía por su vida. Todas estas informaciones provocaron que el cantante llegara a amenazar con emprender acciones legales.
El periodista Javier Negre se puso en contacto con él para que aclarase cuál era su situación en estos momentos. Le trasladó un mensaje de tranquilidad y comunicó que había decidido irse a Bahamas. Allí se está construyendo una casa en uno de los complejos más lujosos de la isla.
Julio Iglesias, en cualquier caso, ha querido rescatar uno de los capítulos más desagradables de su vida. En aquella ocasión sí que estuvo a punto de morir. Se trata de una imagen de Peñíscola en 1965, a la que acompaña un largo relato de su experiencia en aquellos tiempos.
"Los bastones que me servían para andar los tenía guardados detrás del muro", cuenta. Apenas "tenía 19 años cuando un día cualquiera me encontré en un hospital casi sin vida y con pocas esperanzas de poder recuperarme", explica.
En la foto que comparte con sus seguidores de Instagram recuerda que tenía 21 años. "Llevaba dos años de recuperación, nadaba 6 o 7 horas diarias hasta que no podía más", cuenta. Todo con tal de recuperarse lo antes posible de su lesión.
Durante esa etapa de su vida fue cuando comenzó a escribir canciones y se dio cuenta de que la música podía ser su profesión.
Un año más tarde optó por irse "con dos bastones a estudiar inglés en Ramsgate, en el condado de Kent". Regresó a España por Navidad y "ya andaba con un solo bastón". Al cabo de un tiempo volvería a Inglaterra a formarse de nuevo, en esta ocasión a Cambridge.
Volvió en junio, preparado para dar el gran salto en el mundo de la música. Solo un mes después Julio Iglesias interpretaría en el Festival de Benidorm el tema La vida sigue igual. Hasta llegar a alcanzar la cima ha tenido que recorrer un largo camino.
La carrera deportiva de Julio Iglesias
Julio Iglesias incide de nuevo en la época de la imagen. "En esta foto me estaba recuperando poco a poco del accidente. Mi alma y mi cabeza me dieron la fuerza suficiente para seguir viviendo", añade.
Vio como en muy poco tiempo se truncaba su carrera como portero de fútbol. Sin embargo, se le abrieron las puertas de la música. Cuenta que "era un deportista natural, y seguramente eso me ayudó muchísimo en mi recuperación".
En todo esto tiempo nunca "dejé de aprender. Es más, creo que aprendí a aprender y aprender a aprender. Ha sido lo más importante que me ha pasado en todo este largo camino", explica el cantante.
Reconoce que le "duele la espalda, como siempre me ha dolido. Por supuesto que tengo menos fuerzas que tenía antes". Lo ve como algo lógico fruto de la edad.
"Ni siquiera a un grandísimo deportista se le puede pedir que a los 78 años pueda hacer deporte de la manera que lo hacía a los 20", apunta. De esta manera, Julio Iglesias pretende quitarle hierro a los problemas de movilidad que muchos habían apreciado.
También quiso tener un recuerdo para sus seres queridos. "Tengo una familia espléndida, y una mujer a la que amo con toda mi alma. A veces oigo que dicen y cuentan que si estoy mal, muchas cosas absolutamente inciertas", relata.
En su opinión, "estoy como tengo que estar a la edad que tengo. Y si tengo que contar la historia de mi vida, nadie la va a contar más ciertamente y mejor que yo".