Enrique Ponce dejó de lado la discreción que siempre ha caracterizado su trayectoria profesional para empezar una nueva relación amorosa. Desde que se separó de Paloma Cuevas se ha convertido en un rostro bastante polémico, pues ha perdido el respeto de la prensa.
Paloma Cuevas es una persona muy querida en el mundo del corazón porque siempre ha sido tremendamente generosa con los medios. El público no entiende el motivo por el que el torero se ha comportado tan mal y ha condenado todos sus pasos.
Enrique Ponce tomó una decisión importante para frenar el linchamiento público que estaba recibiendo: retirarse de las plazas de toros. Algunos expertos aseguraron que había roto con Ana Soria y quería recuperarla, pero la realidad es diferente.
El exmarido de la empresaria quiso que los programas televisivos dejaran de hablar de su vida sentimental porque estaban perjudicando su carrera. Quiere mantenerse en un segundo plano durante un tiempo, pues tiene capacidad de vivir de sus rentas.
Todo iba bien hasta que su entorno ha hecho saltar todas las alarmas: “Lo está pasando mal, está en su momento más difícil”. Tiene la oportunidad de disfrutar de una nueva vida al lado de Ana Soria, pero Paloma no le está poniendo el camino fácil.
Enrique Ponce está angustiado por Ana Soria
Enrique siempre ha tenido una relación muy especial con sus hijas, aunque en los últimos tiempos está bastante distanciado de ellas. No disfruta de ellas tanto como le gustaría, pues su exmujer no acepta a Ana Soria en la familia.
La joven estudiante ha demostrado no tener ningún interés en la fama del maestro, pero Cuevas no tolera determinados atrevimientos. Esa es una de las grandes razones por las que la futura abogada no estuvo presente en la comunión de la hija de su novio.
Uno de los acuerdos del divorcio era dejar de llamar la atención, pues Ana y el maestro presumen sin pudor de su amor. La empresaria considera que este gesto puede ofender a su familia, así que lo ha cortado por de forma radical.
Ponce está atravesando un momento bastante delicado, pues intenta no llamar la atención de la prensa, pero aun así no recupera a sus pequeñas. Es posible que haya perdido la confianza de las niñas porque Cuevas lo ha pasado muy mal por este drama.
Enrique Ponce y Paloma se enfrentaron por un patrimonio millonario
El exmarido de Paloma es uno de los grandes toreros del momento y ha ganado mucho dinero gracias a su maestría en las plazas. Invirtió gran parte de su patrimonio en una finca que Cuevas quería quedarse tras firmar los papeles del divorcio.
El maestro se negaba a aceptar el acuerdo propuesto por la madre de sus hijas, de ahí que tardaran tanto tiempo en oficializar su situación. Consideraba injusto ceder esta propiedad, pues le traía muchos recuerdos de su carrera profesional.
La empresaria no tiene ninguna necesidad económica de quedarse con algo que no es suyo, pues pertenece a una familia bastante acomodada. El problema es que estaba ofendida con el diestro, así que intentó hacerle daño de cualquier forma.
Ana Soria permanece al margen de toda esta situación, aunque naturalmente también está bastante afectada. Es consciente de que nunca tendrá relación con la familia del torero, algo que podría resultar incompatible para el noviazgo.
Nadie sabe cuando Ponce decidirá volver a los ruedos, ni siquiera los miembros de su cuadrilla, secretismo que resulta bastante extraño. Hay quien asegura que el misterio le está viniendo bien para recuperar el prestigio perdido durante su coqueteo con la estudiante.