Kiko Hernández cumplió su sueño de ser padre en el año 2017, Abril y Jimena llegaban al mundo mediante gestación subrogada. Desde entonces, el colaborador ha procurado velar por la intimidad de sus pequeñas.
Solo concedió una exclusiva para la revista Diez Minutos donde presentaba a las mellizas. Lejos de eso, ninguna otra foto más se ha podido ver de las niñas. Y es que, si Kiko es muy celoso con su vida privada, más lo es con la de Abril y Jimena.
Conoce de sobra como es el mundo de la prensa rosa y por eso decidía tomar una drástica decisión al respecto. Para evitar disgustos, Kiko pedía ayuda a su abogado para blindar la vida de sus hijas de cara a la opinión pública.
Kiko Hernández y la denuncia por sus hijas
El colaborador tiene muy claro que la intimidad de su familia está por encima de todo, incluso del trabajo. Es de los pocos cuya vida no traspasa a los platós de televisión sabiendo cómo esto puede llegar a afectar a los suyos.
De ahí que, en cuanto formó su propia familia, decidiera poner freno a los periodistas y paparazzis. Para ello emitió un comunicado donde advertía de las consecuencias legales que cualquier fotografía no autorizada se hiciera pública. Especialmente, las relacionadas con sus hijas.
Su deseo es proteger a Abril y Jimena "frente a cualquier intromisión en sus derechos fundamentales, a su imagen personal y familiar y su honor". El escrito fue enviado a todos los medios de comunicación y reiteraba que su imagen pública no debía ser extensible a las mellizas.
Kiko Hernández no está dispuesto a "permitir ningún seguimiento ni acoso, ni persecución de reporteros o fotógrafos", cuando esté en compañía de las niñas. Tampoco quiere que se difundan imágenes de ellas ni siquiera estando pixeladas como así han hecho otros famosos.
En dicho comunicado, se especifica que cualquier medio o persona que no se acoja a dichas directrices se enfrentará a acciones legales.
Los miedos de Kiko Hernández se han multiplicado
La paternidad conlleva una vida de preocupación por el bienestar de los hijos. Una angustia que se acrecienta en el caso de los famosos que desean que sus retoños no sean pasto de la prensa rosa.
Sin embargo, en el caso de Kiko Hernández sus miedos se han visto aumentados tras la llegada de Abril y Jimena. Teniendo la ley de su parte con el comunicado que protege su intimidad, todavía le queda otra angustia que amenaza sus días.
Él mismo lo confesó en el plató de Sálvame cuando Jorge Javier preguntó qué es lo que más miedo da respecto a los hijos. Kiko fue claro: "Me daría miedo que se pusieran enfermas", confesó.
Además también añadió que la protección extrema que tiene respecto a las mellizas, como la denuncia previamente citada, se debe a sus propias experiencias. Trabajar en un medio público, y más en la prensa rosa, le ha dado ventajas sobre qué ocurre cuando no se protege a los niños.
Casos como Alejandra Rubio, Chabelita o Kiko Rivera, son un claro ejemplo de lo que la exposición mediática es capaza de hacer. De ahí que Hernández opte por blindar al máximo a sus pequeñas y proteger su futuro.
Las hijas de Kiko Hernández tienen el mismo derecho que los demás
Si algo ha querido dejar claro el colaborador con su denuncia, es que sus hijas deben ser anónimas pese a que él sea personaje público. "Tienen el mismo grado de protección que cualquier otro menor, independientemente de que su padre sea una persona conocida en los medios", especifica el comunicado.
La denuncia de Kiko llegó meses después de que una revista publicara unas imágenes de él junto a sus hijas ejerciendo de padrazo. Las niñas salían pixeladas, pero a Hernández no le gustó y fue consciente del peligro que esto suponía para ellas. De ahí que decidiera velar por el anonimato de las pequeñas.
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