Ana Rosa Quintana sorprendía este martes a los espectadores de su programa. Se ponía delante de las cámaras para comunicar que sufre cáncer de mama, una enfermedad que no es nueva para ella. Ya le tuvo que plantar cara en 2010, y en aquella ocasión el carcinoma tuvo una evolución positiva.
En aquel momento optó por la discreción. No quiso hacerlo público hasta que pasaron unos cuantos años y ya estaba prácticamente olvidado el problema.
"Hace ocho años tuve un tumor de grado uno. En julio de 2010 me lo diagnosticaron, yo empezaba mis vacaciones y me operaron el 2 de agosto", contaba en su día Ana Rosa.
En aquel instante "no necesité quimioterapia". Acudía todos los días a su programa como si no ocurriera nada. "Me sentaba al lado de Joaquín Prat y luego me iba a radioterapia", detalló.
Pese a la dureza de la enfermedad, "no cogí ni un día de baja", recuerda la periodista de 65 años.
Entonces no quiso desvelar su problema por su familia. "Si no lo conté es porque tenía dos niños de 6 años y no quería que se asustaran. Y mi madre vivía, era muy mayor y me prometí que no lo diría hasta que ella no estuviera", aclara.
Ana Rosa Quintana hablaba de la enfermedad con normalidad. "Estoy dada de alta, pero sigo haciéndome revisiones porque se puede volver a tener". Y así fue.
Añade que fue un gran "disgusto", tanto para ella como para su marido. "Estaba preocupada y decía: "¡Ay, Dios mío!, ¿qué va a pasar?", apuntaba.
El cáncer ha vuelto a reaparecer en la vida de la presentadora, pero ahora lo ha encajado de otra manera. Lo hace más tranquila y confiada en recuperarse lo antes posible. También ha querido quitarle trascendencia.
Explica que "aunque está localizado, necesito dedicarme a mí, pero sé que voy a curarme", aseguraba. Quiso ser ella la que lo comunicara a los espectadores. Para la ocasión se vistió con un vestido blanco, un color que le trae buena suerte y con el que siempre arranca las temporadas televisivas.
Ana Rosa, muy tranquila y confiada
Como es lógico, Ana Rosa está preocupada por el diagnóstico. Sin embargo, reconoce que se encuentra en las mejores manos. "Estoy muy tranquila, confío en mis médicos", dijo.
Se considera una "afortunada por tener tanto amor a mi alrededor, y espero que todo tenga un final feliz", concluyó.
Al contrario que en 2010, la periodista tiene previsto ausentarse un tiempo de la televisión. Quiere centrarse por completo en la recuperación. En la medida de lo posible tratará de evitar la ansiedad que le provoca un trabajo diario de tantas horas.
Cuenta que "por una vez en la vida me dedicaré a mí y a mi familia. Voy a hacer una vida lo más normal posible, seguiré trabajando detrás de las cámaras, en la productora". Se trata de un simple hasta luego, no de un adiós definitivo.
Lo define como "un bache en la vida. Nos vemos pronto", aseguró a la audiencia de programa.
Las riendas del espacio, en principio, quedarán en manos de Joaquín Prat y Patricia Pardo. Ellos son los encargados de reemplazarla durante las vacaciones y siempre han gozado de la confianza de Ana Rosa Quintana.
En estos momentos, sus compañeros son su mayor apoyo junto a su marido, Juan Muñoz, y sus tres hijos.
El propio Joaquín Prat no ha dudado en elogiarla. Lo definió como un día muy complicado para todos, pero "no eres dura, eres una roca", en alusión a su compañera.
Durante las últimas horas han sido muchos los compañeros y espectadores que le han transmitido su apoyo. Todo con el objetivo de que se recupere y vuelva al trabajo lo antes posible.
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