Anabel Pantoja parecía haber encontrado la felicidad después de un tiempo apartada de la televisión. Sin embargo, las polémicas que envuelven a su familia, especialmente ahora a Isabel Pantoja, son constantes. Lo más probable es que alguien próximo le acabe amargando las uvas de Nochevieja.
Viene de una época muy convulsa, en donde ha tenido que lidiar con una controvertida boda. A ello se le han unido las diferencias que ha mantenido con su primo Kiko Rivera y la muerte de su abuela.
Sin lugar a dudas, será un año para olvidar para Anabel y el resto del clan. Estas fueron las primeras navidades sin su abuela, y en Cantora sigue habiendo mucha tirantez entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera. En un primer momento parecía que había un acercamiento, pero todo quedó en nada.
La falta de diálogo y el poco interés mostrado por alguna de las dos partes ha impedido la ansiada reconciliación.
Este miércoles, la familia más popular de la prensa del corazón volvía a ser víctima de una nueva traición por parte de un allegado. Alguien próximo al entorno de los empleados de la finca se puso en contacto con Sálvame para arremeter contra la tonadillera.
Desveló una serie de secretos que dejan en muy mal lugar a Isabel Pantoja. Al parecer, permanece las noches en vela. "Ella dormía por la mañana y se pasaba toda la noche viendo vídeos, bebiendo y fumando", aseguraba este confidente.
Desde hace tiempo se venía rumoreando que la cantante no llevaba una vida precisamente saludable. Personas de su entorno apreciaron en los últimos meses un cierto deterioro en su aspecto físico, sobre todo tras la enfermedad de su madre.
Esta fuente aseguraba, además, que la tía de Anabel Pantoja tampoco tenía un comportamiento adecuado con los trabajadores de Cantora. El trato que recibían no era el más correcto. Esto viene a corroborar la fama de déspota y prepotente que persigue desde hace tiempo a Isabel Pantoja.
Desvelan que "la persona que trabaja para Isabel Pantoja no podía acostarse", ya que debía estar pendiente de las necesidades de la artista. Es probable que a "se le antojara una tila a las 05:00".
Por lo que cuenta esta 'garganta profunda', tanto Isabel Pantoja como su hermano Agustín adoptaban un comportamiento muy extraño con la comida. "Cuando le daban de cenar a la abuela los purés, se peleaban por rebañar los platos", confiesa.
Toda esta información le llega a la informadora por parte de una empleada que había estado en Cantora y que fue despedida. Al parecer, había protagonizado un pequeño percance con Agustín.
"Él observó que ella le quería hacer una foto a su madre enferma y la echó de casa. Le dijo que se fuera", relata.
En esa casa siempre han sido muy discretos y nunca han perdonado las deslealtades y traiciones. Sentían que cualquier de los trabajadores podría venderles.
Anabel Pantoja no estaba tan próxima a su abuela
El confidente también se acuerda de Anabel Pantoja y de su primo Kiko. Siempre han tratado de presentarse como unos nietos ejemplares, pero en realidad no lo eran. Señalan que "no venía ninguno de los dos" a ver a la abuela.
En realidad se pasaban "días y meses sin que fueran" a preocuparse por su estado, ni ellos ni nadie.
Supone otro duro golpe para el clan de Cantora, que vuelven a sentirse traicionados por alguien de su entorno. Y no será el único mazazo que les espera.
Telecinco anuncia que próximamente romperá su silencio Julián Muñoz. Anabel Pantoja y su familia ya pueden echarse a temblar. Promete dar mucha guerra.