La baja de Ana Rosa Quintana ha permitido a los espectadores conocer más en profundidad a sus sustitutos. Entre ellos a Patricia Pardo, una fiel compañera con la que lleva unos cuantos años trabajando y que está generando mucha expectación.
Por primera vez aborda cuestiones de su vida privada en una entrevista que concede a la revista Lecturas. La gallega, que se separó hace unos meses de su pareja, Fran Márquez, tiene dos hijas de 6 y 3 años.
El poco tiempo que le deja el espacio de Ana Rosa trata de pasarlo con las niñas. Las considera el auténtico motor de su vida, y más en estos momentos, en donde ha tenido que asumir un papel más relevante.
Se define como una madre bastante estricta. Admite entre risas que "no les doy libertad". "He comprendido que han venido a vivir su vida y me ha costado porque yo les he dado el pecho durante dos años", señala.
Todavía se acuerda de los primeros años de vida de las niñas, en donde se levantaba a las 04:00 para dejar preparada la leche materna. Señala que "era demasiado protectora con ellas".
La periodista ha visto como la situación familiar cambiaba por completo hace unos meses a raíz de la ruptura matrimonial. Ahora disfruta de las pequeñas en semanas alternas. Explica que tiene que "aprender a vivir" sin sus hijas durante esos días.
El trabajo le exige mucho y está encantada con lo que hace, pero eso no impide que pueda estar tiempo con las niñas. Una vez que sale del plató es momento de desconectar y de dedicarles tiempo. "Intento estar en su día a día, hacerles miles de fotos y vídeos, jugar con ellas", reconoce.
Tiene muy claro que lo que más "me gusta de mi vida" es "ser madre". En su opinión, "no hay nada que me haya llenado más que eso", cuenta en la entrevista.
Pardo siempre tiene un recuerdo para Ana Rosa Quintana, su jefa en la televisión. La está echando mucho de menos mientras se somete al tratamiento contra el cáncer. Es una época muy difícil para todos, incluso para los compañeros de la presentadora de Mediaset.
Las sensaciones que tiene el equipo cuando llegan a la redacción son muy extrañas. "Parece que vas a un cumple en el que no falta de nada, todo está genial, pero falta la cumpleañera. Somos el mismo equipo, pero falta el alma del programa", apunta.
Más que una compañera, la define como un miembro más de su familia. "Ha estado presente en momentos muy importantes de mi vida. Como en mi boda o en el nacimiento de mi hija mayor, porque fue la primera en visitarme en el hospital", relata.
El cariño que se tienen es recíproco. Son muchos años juntas, y a la hora de ceder su puesto, la presentadora no tuvo dudas y siempre pensó en Patricia para reemplazarla. Por su parte, la gallega permanece muy atenta a su estado de salud a diario.
Ana Rosa Quintana, una mujer acostumbrada a superar obstáculos
Ana Rosa Quintana afronta el tratamiento de su enfermedad con mucho optimismo, y así se lo traslada al equipo del programa. Pardo la define como "una roca, nunca se ha puesto enferma".
Es tal su grado de resistencia, que "siempre es noticia cuando falta en el programa". La única vez que recuerda fue en una ocasión por un problema de afonía, pero "nunca se pone mala". No duda en admitir su respeto hacia una "mujer fuerte y optimista".
Quiso destacar sobre todo la naturalidad con la que llevado la enfermedad. Pero en su vida también ha atravesado por otros malos momentos sabiendo plantarles cara.
Cree que Ana Rosa "está acostumbrada a lidiar con problemas como otras batallas en su vida que ha superado". Sus compañeros le desean una pronta recuperación para verla lo antes posible delante de las cámaras.