Ana Rosa Quintana comunicaba hace un par de semanas a sus seguidores que sufría cáncer. La enfermedad le obligaba a apartarse de manera temporal de la televisión para centrarse en la recuperación. Sin embargo, lejos de quedarse en casa encerrada, ha optado por mostrarse activa y llevar una vida lo más normal posible.
El pasado lunes se le pudo ver de nuevo en un plató para acompañar a Sonsoles Ónega en su estreno en las tardes de Telecinco. También con el cantante Omar Montes. En las últimas horas ha querido rodearse de sus compañeros de programa, en concreto de las tres personas que la sustituyen.
Ana Rosa reunió en una comida a Joaquín Prat, Patricia Pardo y Ana Terradillos. Volvieron a dejar claro que son una familia y que en estos momentos tratan de transmitirle todas sus fuerzas a la jefa. Los cuatro mostraron la mejor de sus sonrisas ante los fotógrafos.
En su día, la comunicadora ya había explicado que dejaría de estar delante de las cámaras, pero que estaría muy pendiente de su espacio. El estrés y la presión del día a día le obligaron a tomar esta decisión. Sin embargo, su intención es seguir aportando su granito de arena en la productora, de la cual es directora.
De momento se encuentra fuerte y con ganas de seguir ayudando a sus compañeros. Aunque tiene el magacín en las mejores manos, siempre trata de estar al día de todo lo que acontece en la redacción. El trabajo es su gran pasión, y confía estar lo antes posible de vuelta en televisión.
Sus conocimientos y experiencia siempre son bien recibidos por sus compañeros, que tratan de aprender lo máximo posible de ella. En el último encuentro celebrado en un restaurante de la capital quiso conocer las impresiones de sus compañeros.
Ana Rosa, convencida de que lo superará
Después de 18 temporadas en antena, siendo una de las referencias de las mañanas, Ana Rosa Quintana ha apostado por tomarse un respiro. Con anterioridad ya había sufrido un cáncer, pero consiguió tratarlo en silencio, con mucha discreción. Fueron muy pocas las personas que se enteraron.
En aquella ocasión consiguió salir victoriosa, y ahora está convencida de que también lo superará con éxito. Su marcha supuso un duro golpe para los compañeros del programa. Emocionados y entre lágrimas se despedían de ella el pasado 2 de noviembre.
Durante la comida con sus amigos se pudieron ver carcajadas y palabras de complicidad entre ellos. Los resultados de audiencia no están siendo los esperados, pero no hay motivos para los reproches. Hay plena confianza en su equipo y así se lo quiso trasladar a ellos.
Acudió a la cita con un traje negro, con gafas de sol y el pelo un poco más corto. Trató de mostrar su mejor sonrisa ante los reporteros gráficos que la esperaban a las puertas del local.
Ana Rosa volvió de manera puntual al trabajo el pasado lunes, como adelantábamos anteriormente. Lo hizo para respaldar a Ónega con su nuevo programa, Ya son las ocho. La presentadora no pudo contener las lágrimas ante la visita inesperada de su amiga.
No hay que olvidar que es la directora de la productora de dicho espacio. "Ana Rosa, hoy echo de menos tu abrazo, como el que me diste cuando arrancamos Ya es mediodía. Así que el programa te lo dedico, hoy va por ti", dijo.
La periodista se ha encargado de transmitir a su entorno mucha tranquilidad. Está convencida de que superará el cáncer y confía en regresar lo antes posible a su puesto. Mientras tanto disfruta de su familia y del trabajo, pero desde otro punto de vista.
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