El corazón de la infanta Elena ha estado ocupado en más de una ocasión. De manera oficial solo se le ha conocido una relación. Fue con Jaime de Marichalar, con el que se casó en 1998 y tuvo dos hijos.
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En 2010 optaron por el "cese temporal de la convivencia", como anunciaron desde Zarzuela. Se trataba de enmascarar de alguna manera el divorcio. Pero el aristócrata no ha sido el único hombre que ha estado en la vida de la hermana del rey.
Elena siempre ha estado muy vinculada al mundo de la hípica. Por eso no resultaba extraño que acudiera a los diferentes campeonatos que se celebraban por España y que se le asociara con algún jinete.
El más conocido fue Luis Astolfi, con el que hubo una relación muy seria que estuvo a punto de acabar en boda. Parece ser que el deportista decidió echarse atrás en el último momento. El motivo de su decisión fue la presión mediática que iba a tener que soportar y que no estaba dispuesto a asumir.
Suponía una gran responsabilidad ser el cuñado de Felipe, pero su entrada en la Casa Real también implicaría una serie de obligaciones. Eso podría afectar, también, a su carrera en la hípica.
Finalmente aquella historia de amor acabó por desvanecerse y daría paso al enlace de la infanta Elena con Jaime de Marichalar.
Pese a todo, entre la cuñada de Letizia y Luis Astolfi siempre ha habido una gran amistad. Todavía en la actualidad se les puede ver juntos en alguna ocasión. Al igual que ella, también se acabó divorciando de su pareja.
La pasión por el deporte de los caballos les ha unido siempre. En más de una ocasión han tratado de quitarle trascendencia a su relación, asegurando que se trataban de simples amigos.
La infanta Elena, una vida sentimental muy discreta
En la vida de la infanta Elena ha habido más hombres. Muchos de ellos fueron romances desconocidos, que no saltaron a las portadas de las revistas. Trataron de llevarlo siempre con mucha discreción, lo más alejados posible de los medios de comunicación.
En la década de los 80 y 90 sonaron con fuerza otros nombres como Jorge de Habsburgo y Felipe Zuleta. Fueron antes de que conociera al padre de sus hijos. Con ninguno de ellos llegó a tener la complicidad que tuvo con Astolfi.
Las exigencias que implicaba entrar en una Familia Real era un motivo de peso para pensarse mucho iniciar una relación con ella. Una vez que consumó su divorcio también se le han atribuido unos cuantos affaires.
En primer lugar con el jinete Alfredo Fernández-Durán. Más tarde se la vincularía con el monitor de esquí de sus hijos, con Carlos Ruiz de Velasco. Los medios también se harían eco de una posible relación con Fernando Garrido, que en aquel momento era su jefe en el Instituto de Acción Social de Mapfre.
La prensa del corazón pudo inmortalizarla en varias ocasiones con ellos, pero en ningún momento quiso oficializar aquellas historias. Cuando se le preguntaba por posibles romances, siempre optaba por guardar silencio o escudarse en que eran simples amigos.
El último pretendiente que se le atribuye es el doctor Ángel Villamor. Durante un tiempo fue el traumatólogo encargado de atender al padre de Elena. Al parecer, entre visita y visita a la consulta pudo surgir algo entre ellos.
Este galeno fue el que intervino a Juan Carlos en varias ocasiones. Trató entre otras cosas la rodilla, el talón de Aquiles y la cadera tras el percance de Botsuana.
En cualquier caso, desde la ruptura con Marichalar no se le ha conocido de manera oficial una pareja. Y todo apunta a que seguirá así mucho tiempo.
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