Adela González llegó a Sálvame en el peor momento para el programa. Los índices llevaban tiempo sin remontar y su final se preveía cercano. No obstante, la presentadora decidió darle una oportunidad y jugárselo todo.
Aunque los datos continúan sin ser halagüeños, lo cierto es que este verano no ha habido un descalabro notable en los datos. Adela ha encajado muy bien y se ha ganado parte del cariño de los espectadores. No obstante, el fichaje de Avilés amenaza con tirar por la borda todo el avance conseguido y la periodista vasca se teme lo peor.
Adela González intenta poner freno a lo inevitable
Adela González fue una revelación para el universo Sálvame. Pese a que su experiencia profesional no se enfoca en la prensa rosa, supo coger las riendas del programa vespertino de Telecinco.
Su simpatía y el buen rollo que trasmite ha calado entre los seguidores que la han recibido con los brazos abiertos. La vasca está feliz y a gusto en el plató y también puede presumir de contar con el cariño de los colaboradores. Lejos del drama personal que vivió hace años, lo cierto es que los espectadores la respetan y la aceptan de buen grado.
Eso se ha traducido en las audiencias este verano, muy diferentes a la debacle del año pasado con Carlota Corredera al frente. Y es que si alguien no es bien recibido por el público, esto afecta de lleno al devenir del programa.
Por eso, el nuevo fichaje de Sálvame mantiene en alerta a todos. José Antonio Avilés fue recibido en el plató y esto no gustó ni a colaboradores ni a seguidores. Consciente de lo que supone la llegada del cordobés, Adela ya le advirtió.
"Crearse una persona está bien, crearse noticias no", le aconsejó conocedora de la mala praxis del colaborador. Y es que en el poco tiempo que lleva en el formato, la presentadora ya ha tenido que hacer frente a más de una polémica.
La última entre Avilés y María Patiño fue muy sonora y, a día de hoy, todavía no han coincidido en el plató. Pero por mucho que Adela intente mediar, los telespectadores ya han dictado sentencia en las redes sociales.
Adela González se teme lo peor
La presentadora vasca anunciaba el pasado lunes 5 de septiembre la llegada indefinida de José Antonio Avilés. Sabía que la bomba iba a ser muy explosiva y no se equivocó, pues la onda expansiva llegó hasta las redes sociales.
Los usuarios rápidamente se hicieron eco del nuevo fichaje y proclamaron su descontento. No soportan su manera de trabajar y, mucho menos, su intensidad en los platós de televisión. Tiene la virtud de sacar de quicio hasta a la persona más tranquila y poco ha necesitado para hartar ya a la audiencia.
Sobre todo después de vender como verdaderas unas fotos de Isabel Pantoja tomando algo en una terraza. Unas fotos que él sabía que eran falsas y que la protagonista era una mujer con cierto parecido a la tonadillera.
Su engaño salió a la luz en directo y María Patiño pidió perdón entre lágrimas. No obstante, si alguien pensaba que la carrera de Avilés terminaba ahí, se equivocaba. La productora vio el filón y decidió contratar al cordobés como colaborador.
Un premio para una persona que se ha demostrado haber mentido hasta en su título universitario, pues se vendía como periodista cuando no lo era. Por no hablar de todas las estafas que salieron a la luz cuando participó en Supervivientes.
De ahí que la audiencia haya puesto el grito en el cielo al verlo en Sálvame y amenace con dejar de ver el programa.