Joaquín Prat se vio sorprendido el pasado mes de julio cuando los directivos de la cadena le decidieron confiar un nuevo programa. Ocurrió todo de manera muy rápida, casi sin posibilidad de pensárselo. En cuestión de días debía ponerse al frente de Ya es mediodía.
La marcha de Sonsoles Ónega provocó que desde Fuencarral tuvieran que tomar medidas inmediatas. Y eso motivó que pensaran en alguien de la casa que ofreciera un rendimiento inmediato. Y el hijo del emblemático presentador reunía todos los requisitos.
Como era de esperar, Joaquín siempre está a la altura, al margen del desafío que le propongan. Sabe que tenía que reemplazar a una compañera que había dejado el listón muy alto, pero eso no le preocupaba. De hecho, entre ellos dos la relación es bastante buena, ya que a ambos les une una estrecha amistad con Ana Rosa Quintana.
Sonsoles reaparecía este martes en El Hormiguero convertida ya en toda una estrella del grupo Atresmedia. Por primera vez hablaba sobre su salida de Mediaset y aportaba todos los detalles sobre su fichaje.
Nadie esperaba que se marchara de Fuencarral después de tantos años allí. Explicó como fueron sus últimas horas en Telecinco. "Cuando terminé el programa decidí hablar con mis jefes", apunta.
Considera que "las cosas hay que comunicarlas, no quería demorarlo porque estábamos preparando la nueva temporada que ha empezado ahora. Y no quería estar en una mesa impostando un silencio o una mirada. Decidí que era el mejor momento".
La periodista reconoció que se trató de "la despedida más larga". Quiso acordarse de Vasile, que "me ha dado una oportunidad importantísima porque hoy me ha permitido estar aquí". En todo momento se mostró muy agradecida con todo lo que habían hecho por ella.
Joaquín Prat también estuvo presente en la conversación que mantuvo Sonsoles con Pablo Motos. "Sentí que no estaba traicionando ningún nuevo proyecto. Ya es mediodía seguía" y le deseaba "la mayor suerte" a su sustituto y "al maravilloso equipo que hay detrás".
Un gesto y unas palabras que le honran. Lo que nunca pensó la comunicadora es que "se iba a liar tan gorda" con su marcha a la competencia. "No calibré la magnitud de la decisión", admite.
Tomó una postura que no resultó nada sencilla. "Me dijeron, tenemos planes para ti y me enamoré, pero yo sigo enamorada de los que eran mis jefes", cuenta.
Se vio sorprendida por sus últimas horas en Mediaset. Cuando comunicó su marcha no esperaba que estuviese a punto de finalizar su etapa en la cadena. Todo se precipitó de manera incontrolada.
Siente que ha sido como "un divorcio duro", pero ahora le toca afrontar el futuro con mucho optimismo. Le esperan por delante unos cuantos proyectos en su nuevo canal.
Joaquín Prat, pendiente del regreso de su jefa
Joaquín Prat lleva al frente del programa matinal de Telecinco desde el pasado 1 de septiembre. Pero sabe que le queda poco tiempo porque en cuestión de unos días regresará al formato Ana Rosa Quintana.
Su jefa lleva unas semanas preparando su vuelta y lo más probable es que a mediados de mes se ponga ya delante de las cámaras. Hay mucha expectación por verla de nuevo al frente de su espacio. Han sido muchos meses, pero la espera ha merecido la pena porque ya está totalmente restablecida.
Se ha recuperado del cáncer que le diagnosticaron el pasado mes de octubre. Durante este tiempo ha sentido el cariño y la fuerza que le daban todos sus compañeros y espectadores.
Joaquín Prat fue uno de los más próximos a ella. No solo se ha convertido en su mano derecha en el programa, también es uno de sus grandes amigos fuera de los platós.