La tercera dosis de la vacuna del COVID-19 empezará a administrarse a una parte de la población a partir de manera inmediata. De momento tratarán de potenciar la inmunización en las personas más débiles. La intención es empezar con los pacientes de las residencias de mayores y otros colectivos.
También se ampliaría esta medida a otros grupos vulnerables. Entre los ellos los pacientes en hemodiálisis, en tratamiento por cáncer o mayores de 40 años con síndrome de Down.
Esta tercera vacuna fue una propuesta del Ministerio de Sanidad que salió adelante este miércoles con el respaldo de las autonomías. Así lo explicó la responsable de esta cartera, Carolina Darias, que destacó el papel desempeñado por España. En cuestión de meses se ha conseguido tener al 75% de la población con la pauta completa.
Esto supone que "3 de cada 4 personas está completamente vacunadas. Un dato tremendamente relevante", aseguró la titular de Sanidad.
Esta propuesta que tuvo el apoyo unánime del Consejo Interterritorial ha sido analizada este jueves por la Comisión de Salud Pública. Finalmente la propuesta ha salido adelante sin grandes discrepancias.
Esa tercera vacuna de refuerzo ya se había aprobado para los pacientes con trasplante de progenitores hematopoyéticos y otras enfermedades similares.
En el caso del pinchazo adicional a los mayores, quedaba una duda aún por aclarar. Finalmente se ha decidido que es más conveniente que se empiece a aplicar de manera inmediata
De momento, estiman que la tercera dosis ya está llegando a unas 100 personas, que forma parte del grupo de personas inmunodeprimidas. Engloba tanto a pacientes con lupus, esclerosis múltiple, trasplantados o enfermos con linfomas.
Este colectivo cuenta con un sistema inmune muy debilitado, y las defensas de su organismo resultan insuficientes contra el virus. Por eso se considera esencial reforzar con una nueva dosis su sistema.
Podría decirse que en este caso la nueva inyección no supone una dosis de refuerzo. Más bien está considerado un pinchazo adicional para completar la pauta vacunal que no se consigue con la indicación convencional.
La Federación de Asociaciones Médico Científicas de España hablan de los riesgos que sufren estos pacientes. Tienen hasta cinco veces más posibilidades de acabar hospitalizados, de requerir cuidados intensivos y de morir por coronavirus.
La tercera vacuna, para la población más débil
La tercera vacuna supondrá todo un alivio para la población más vulnerable, que es también la que cuenta con más posibilidades de contraer el virus.
En cualquier caso, en la comunidad científica ha habido muchas dudas sobre la convenencia de administrar un pinchazo adicional. La Agencia Europea del Medicamento presentó hace unos días un informe técnico sobre el tema. Aseguraban que "no existe una necesidad urgente de dar una dosis de refuerzo a individuos vacunados completamente en la población general".
Admitían que todos los esfuerzos debían concentrarse en aquellas personas que no tenían la pauta completa y que necesitaban inmunizarse por completo.
En la población con un sistema inmune normal no había muchas prisas para inocular la tercera dosis. Sin embargo, sí que veían con buenos ojos ese refuerzo en las personas inmunodeprimidas. También como medida de precaución a los frágiles y mayores, sobre todo para aquellos que residen en entornos cerrados, como los geriátricos.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud también se ha pronunciado sobre esta medida. Explican que deben destinarse estas vacunas adicionales a los "grupos más necesitados". Insisten en que estos fármacos también deben de llegar a los puntos del planeta más pobres.
Están apreciando como se genera una desigualdad en el reparto de las vacunas. Mientras que los países más avanzados ya tienen a un alto porcentaje de los ciudadanos inmunizados, el Tercer Mundo no puede decir lo mismo.