La tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus cada vez está más cercana. Pfizer ya había confirmado que el nuevo pinchazo era necesario para aumentar su efectividad. Esta opción empezó a plantearse tras surgir nuevas variantes como la Delta y otras que se prevén.
La propuesta de una nueva vacuna parecía algo interesado por parte de la farmacéutica, interesada en elevar las ventas. Sin embargo, las autoridades sanitarias también lo ven con buenos ojos después de comprobar los resultados.
Esto ha provocado que algunos países hayan optado por administrar la tercera dosis a partir de septiembre. Es el caso de Francia, Alemania y Reino Unido, que empezará con los grupos más vulnerables.
De momento se están ultimando una serie de detalles para iniciar esta campaña, que en lugares como Israel ya lleva unos cuantos días en funcionamiento.
Este nuevo pinchazo se aplicará, en principio, a personas mayores, pacientes con problemas respiratorios y enfermos crónicos. El propósito es incrementar la inmunidad frente las nuevas mutaciones del virus.
España, pendiente de la evolución
Por su parte, España no lo tiene demasiado claro. Todavía está en el aire la decisión de administrar o no esa tercera vacuna. Hace un par de semanas la ministra de Sanidad lo dejaba entrever.
"Todo apunta a que habrá tercera dosis de refuerzo" contra el virus, dijo Carolina Darias. Sin embargo, no pudo concretar fechas sobre el inicio de este proceso. En cualquier caso, el Gobierno maneja esta posibilidad y en función de la evolución de la pandemia podría decidir si aplicarla o no.
Algunos organismos, como la Organización Mundial de la Salud, no recomienda todavía esta vacunación de refuerzo. Creen que por ahora hay que intentar garantizar que todo el mundo tenga acceso a la vacuna. Solo de esta manera se podrán frenar los contagios.
Tampoco tienen muy clara la efectividad de una nueva vacuna. Así lo confirmó el director ejecutivo de Emergencias Sanitarias de la OMS, Bruce Aylward. Cree que antes de tomar esta decisión se precisan de más pruebas científicas.
Confirmó que todas las vacunas "parecen tener un impacto contra las enfermedades graves". También se aprecia que "la inmunidad parece ser bastante fuerte".
En cualquier caso, insiste en cuál es la prioridad en estos momentos. "Lograr que las personas tengan las dosis que se necesitan de cada vacuna", sobre todo las de mayor edad.
El organismo mundial se ha propuesto un objetivo en cuanto al ritmo de vacunación. El 10% de la población mundial debe estar inmunizada a finales de septiembre, y el 70% a finales de 2022.
Sin embargo, estos deseos están lejos de cumplirse. Menos de una cuarta parte de países han inmunizado al 40% de los ciudadanos. Con estas cifras parece complicado llegar a esas metas.
Sobre todo por la falta de suero y la mala distribución que hay en estos momentos. Solo los territorios más avanzados están accediendo a ellas, quedando relegadas a un segundo plano los países pobres.
El director de la OMS, Tedros Adhanom, señaló el viernes que "el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico". Piensa de esta forma porque "la distribución de vacunas sigue siendo injusta". El mejor ejemplo es África, en donde solo el 2% de los habitantes cuenta con la pauta completa.
Explica que se trata de "un problema muy grave si pretendemos acabar con la pandemia". La propuesta de ellos, es que antes de dar el tercer pinchazo, las dosis lleguen a estos territorios, más necesitados.
Mientras tanto, los expertos aseguran que habrá una sexta ola y que empezará en otoño de la mano de la población infantil. El mayor riesgo que afronta la comunidad científica es una nueva variante que no pueda ser contrarrestada por las vacunas existentes.