España ha decidido implantar en sus carreteras un radar que medirá un aspecto de los vehículos que ha dejado a todos muy sorprendidos.
La conducción de vehículos entraña un peligro del que pocos son conscientes. Las noticias sobre colisiones a gran velocidad o el uso del teléfono móvil son cada vez más habituales.
Le hemos perdido el respeto y miedo a manejar un coche que, al fin y al cabo, es un arma con el que podemos acabar con la vida de alguien. De hecho, las multas por actitudes temerarias están aumentando considerablemente, por lo que las autoridades viales han aumentado la vigilancia de las carreteras.
Desde la Dirección General de Tráfico están constantemente lanzando campañas de concienciación e informando sobre los peligros. Aun así, estas no sirven de mucho, ya que cada día se dan más accidentes mortales.
Esta semana se ha conocido la decisión de instalar un nuevo aparato en las carreteras españolas. El detalle que medirá ha dejado a muchos impactados y la incertidumbre de saber cómo actuará se ha apoderado de los conductores.
El nuevo radar que medirá el ruido producido por los coches
España se ha modernizado y ha entrado en la lista de países que velan por erradicar la contaminación acústica. Se ha presentado una nueva máquina que no multará por el exceso de velocidad ni por el tipo de humos que expulse el vehículo.
Este nuevo aparato se encargará de medir los decibelios que emite un coche y sancionará a aquellos que superen los pautados por la ley estatal. Este es conocido como el radar de ruido y ya está operativo en muchos países con muy buenos resultados para la salud. Se estima que entrarán a formar parte de las vías públicas a partir de principios del año que viene.
Se encargarán de controlar los excesivos ruidos que pueden provocar algunos vehículos como las motos. Serán estructuras compuestas por una cámara de videovigilancia de 360 grados y cuatro aparatos para captar el sonido de alta frecuencia.
Estos serán capaces de captar los decibelios que expulsa un coche durante la marcha cada décima de segundo. Además, son capaces de detectar la dirección y el destino desde el que se emite el ruido.
Su forma de actuar es muy parecida a la de los radares de velocidad. Estos captarán el sonido y en caso de superar los límites tomarán una fotografía del vehículo culpable. Automáticamente emitirá una sanción que llegará al infractor en un periodo estipulado de 15 a 30 días y se desconoce la cuantía.
Será una forma de controlar a las personas que hayan modificado el sistema de escape o circulen con un régimen de revoluciones alto. Con ello se pretende eliminar el exceso de ruido en las ciudades que perjudican a la salud de sus habitantes debido a la gran exposición.
Desde las instituciones locales están poniendo en marcha el operativo de su instalación para que comiencen a actuar cuanto antes. Además, la propia DGT ha publicado en su perfil de Twitter un hilo en el que aborda esta cuestión y las consecuencias que tiene no ponerle freno.
Con esta información, aseguran que la exposición prolongada en las ciudades a altos niveles de sonido perjudica el estado de salud de sus habitantes. Resaltan que más del 20% de la población europea están expuestos a este peligro.
Sin duda es una nueva medida que favorecerá la vida en la ciudad y eliminará la imprudencia de muchos conductores. Gracias a este nuevo radar se reducirán los fuertes ruidos que generan los vehículos, muchas veces intencionados por sus conductores.
Esta nueva medida ha encendido las redes y muchos se muestran contrarios, ya que no permitirá las modificaciones de sus elementos. Este nuevo control llega tarde, pero por fin se pone una solución que acabe con los estridentes sonidos viales.