Ucrania continúa soportando el constante bombardeo de las tropas de Rusia. El conflicto entra en su tercera semana con unas cuantas novedades. Y es que el optimismo se empieza a apoderar de los ucranianos.
Al parecer, estarían recuperando terreno frente a las fuerzas invasoras. Así lo adelantó este martes el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Esto es posible, en gran medida, gracias a la aportación militar de Occidente.
En cuestión de días, Ucrania ha conseguido reposicionarse "en algunos lugares" y en ocasiones incluso han adoptado una postura "ofensiva". El portavoz del Pentágono, John Kirby, lo confirmaba a la CNN. Atribuía este éxito al respaldo de millones de dólares que habían recibido por parte de las potencias occidentales.
Explicaba que "están persiguiendo a los rusos y sacándoles de lugares por donde ya habían estado con anterioridad". Destacó sobre todo el caso de Mikolaiv, ciudad situada al sur del país y que sirve de escudo para frenar al avance hacia Odesa.
La respuesta por parte del ejército de Ucrania ha ido en aumento "en los últimos días". Incluso han llevado a cabo una contraofensiva en Izium, al sur de Járkov. Con esto pretendían evitar que las tropas de Putin rodearan a los ucranianos que se encuentran en el frente del Dombás.
La guerra ha dado un giro inesperado, en gran medida por el refuerzo militar de Ucrania. Pero en esto también ha influido la pérdida de efectivos por parte de Rusia. El conflicto se está alargando más de lo que pensaban y empiezan a quedarse sin armamento y sin recursos económicos.
De ahí que hayan tanteado en alguna ocasión a China para que les prestara apoyo militar. La presión de las potencias occidentales ha echado de momento para atrás a los asiáticos.
Ucrania adquiere un papel de protagonismo en esta guerra. Está "listo y capaz" para recuperar territorio que hasta ahora estaba bajo control de las tropas rusas, apuntan desde el Pentágono.
En los últimos días, Rusia había puesto el foco de los ataques en Mariúpol. Siete buques se encargaron de bombardear esta ciudad desde el mar de Azov. La situación en Kiev era totalmente distinta.
Llevan estancados un tiempo, sin capacidad de conseguir grandes avances. Los rusos permanecen detenidos a unos 15 kilómetros al noroeste y a unos 30 al este. Se encuentran inmersos en una pequeña crisis que posiblemente les invite a retroceder en cuestión de muy poco tiempo.
En la noche del pasado lunes, las tropas rusas fueron expulsadas de la ciudad de Makariv, a 60 kilómetros de la capital. Así lo confirmó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
"En dirección a Mykolaiv, como resultado del contraataque de las fuerzas de Ucrania, el oponente se ve obligado a retirarse a la frontera. Durante el día, debido a las acciones heroicas de nuestros defensores, se levantó la bandera nacional de Ucrania sobre Makariv", señaló.
Ucrania se aprovecha de la debilidad de Rusia
Ucrania ha comprobado como el ejército de Rusia ha ido perdiendo fuerza con los días. Sufren problemas de abastecimiento, dejando claro que "no hizo una buena planificación". Admiten que hay soldados rusos "que están siendo sacados del frente por congelaciones", por carecer del equipamiento adecuado para el frío.
La intención de Putin era mandar más tropas hasta el país vecino, pero de momento no lo ha hecho. No sería descabellado que estos refuerzos procedieran de algún territorio extranjero. En las últimas horas se ha contemplado la posibilidad de que los bielorrusos se aliaran con ellos.
Rusia ha lanzado más de 1100 misiles contra Ucrania, arrasando con algunas ciudades estratégicas como Mariúpol. El poder de lucha de los rusos, no obstante, se ha ido reduciendo. De los 190 000 soldados desplegados para la invasión, ha habido una disminución del 90%, según informa el Pentágono.
Ucrania se siente con más fuerza que nunca. La colaboración de los principales estados occidentales ha resultado crucial.