Ucrania no se fía lo más mínimo de Rusia. En occidente hay la creencia de que las reuniones mantenidas hasta la fecha por parte de ambos contendientes escondían un claro objetivo por parte de Putin. Trataba de ganar tiempo.
"Las tropas rusas no se retiran, se reposicionan. Han mentido repetidamente sobre sus intenciones", señalaban desde la ONU.
Desconfían al máximo sobre las intenciones del Kremlin, y ese punto de vista también lo comparten en Kiev. Sospechan que esa supuesta desescalada militar que anunciaron en ciertas zonas solo sirve "para dar confianza" al enemigo.
Después de 36 días de guerra, el conflicto empieza a pasar factura a los dos bandos. Para Ucrania este tiempo es toda una eternidad, en donde el reloj parece correr en su contra. En Moscú lo afrontan de otra manera, con una política de desgaste en donde parecen dispuestos a llegar hasta el final para conseguir su propósito.
El jefe del espionaje británico, Jeremy Fleming, explica que se "ha convertido en la guerra personal de Putin. Aunque la factura está siendo pagada por gente inocente en Ucrania y, cada vez más, por civiles rusos".
En Kiev, como es lógico, tratan de ser cautos. No confían en el tono conciliador y dialogante que han transmitido los representantes de Rusia en el reciente encuentro de Estambul. Temen que esto pueda ralentizar las ayudas militares por parte de occidente y que muchos se piensen que el conflicto está apurando sus últimos días.
El presidente Volodímir Zelenski está convencido de que el objetivo es intensificar la ofensiva en el este del país. Prácticamente a diario reclama colaboración internacional para plantarle cara a Putin. Ya sea con ayuda militar o con sanciones.
En su ronda de contactos con diferentes países, ayer fue el turno de Bélgica y Países Bajos. A los primeros les solicitó que Amberes deje de adquirir diamantes a Rusia, proveedor del 20%. Elogió de Países Bajos su petición de que "adopten una ciudad de Ucrania" para colaborar en su reconstrucción.
Rusia se está preparando para nuevas ofensivas
Los militares de Ucrania avisan de que las tropas de Rusia se están rearmando en Gómel, que es territorio bielorruso. Tienen previsto retomar los avances por los alrededores de la capital con nuevas fuerzas y posiblemente con cambios en su estrategia. Esto impediría al país de Zelenski proteger la parte oriental.
Mientras ocurre todo esto, en las últimas horas las fuerzas de Putin abandonaban el control de la central nuclear de Chernóbil. Destacan la mala organización que han adoptado desde el primer momento. Cavaron trincheras y estacionaron en las zonas más peligrosas de la planta, por lo que acabaron afectados por la "radiactividad".
Precisamente, estas instalaciones fueron de las primeras ocupadas por Rusia el pasado 24 de febrero. No hay que olvidar que se trata de una de las principales atracciones turísticas del país y que fue el foco del mayor accidente nuclear de la historia.
La protección de ese espacio ha sido una de las grandes preocupaciones de las autoridades desde el primer instante. Eran conscientes del enorme peligro que podría provocar con cualquier ataque.
Ucrania preocupada por la situación de Mariúpol
La guerra no se detiene después de 36 días. Una de las mayores preocupaciones de Ucrania se localiza en la ciudad de Mariúpol.
Siguen reclamando un corredor humanitario para facilitar la salida de los ciudadanos. Llevan unos cuantos días sin suministros y la falta de alimentos empieza a ser preocupante.
De los 430 000 habitantes que había antes de que estallara el conflicto, se cree que todavía pueden quedar unos 100 000. Pese al asedio de las tropas de Rusia, todavía se resisten.
Queda por comprobar si desde Moscú facilitan la evacuación de los ciudadanos. Es una prueba de fuego para comprobar si en realidad los rusos han relajado sus medidas. En el Kremlin señalan que se trata de un gesto de favor hacia franceses y alemanes, que reclamaron la salida de estos civiles.
La guerra, en cualquier caso, no se detiene y sigue en otros puntos de Ucrania, como Sumi o Jersón. La fuerza de los ataques o la presencia de tropas enemigas impiden garantizar la seguridad de mucha gente inocente.