Rusia ha contabilizado miles de bajas desde el comienzo de la invasión a Ucrania. Sin embargo, en las últimas horas han sumado a esta lista a un grupo de unos 300 soldados. Al parecer, estos militares se atrincheraron en el llamado Bosque rojo, una de las áreas más contaminadas de la planta nuclear de Chernóbil.
Señalan que siete autobuses repletos de miembros del ejército ruso fueron evacuados al Centro de Medicina Radiológica de Gomel. Todos ellos presentaban altas dosis de radiactividad, según informó la agencia local Unian. Pero no se trataría de un caso aislado, ya que durante las últimas semanas también recibieron a más soldados con estos síntomas.
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La actuación de los militares de Rusia resulta un tanto sorprendente. Para escapar de los posibles ataques de las fuerzas enemigas se ocultaron en una zona contaminada. Allí removieron la tierra donde se concentra la radiactividad para cavar trincheras, según Reuters.
Trataron de refugiarse en una de las zonas más contaminadas del país. El Bosque rojo es el nombre con el que se conoce a la zona arbolada a unos 10 kilómetros de la central de Chernóbil. Los pinos fueron adquiriendo un tono rojizo a consecuencia de la elevada dosis de radiación que se originó a raíz del accidente en 1986.
Tras el desastre, decidieron talar todos los árboles y enterrarlos en un cementerio de escoria. Pese a esa actuación, ese espacio continúa siendo uno de los más peligrosos del mundo debido a su alta contaminación. A los militares rusos no se les ocurrió un mejor lugar para refugiarse.
Fuentes de la central nuclear explican que las fuerzas de Rusia no emplearon ningún tipo de protección para adentrarse en estas zonas radiactivas. Era habitual que antes de la guerra muchos curiosos se acercaran hasta allí para visitar las instalaciones de Chernóbil.
En sus instalaciones tuvo lugar el mayor escape nuclear de la historia. Los turistas interesados en conocer este sitio debían llevar colgado del cuello un dosímetro para controlar la dosis de radiación en cada lugar.
Desde hace días, las fuerzas de Ucrania habían mostrado su extrañeza por el comportamiento de las tropas de Putin. Utilizaban como refugio las proximidades de esta planta, conscientes de que sus contrincantes no llegarían hasta allí.
El caso es que los ucranianos sabían de la peligrosidad de permanecer durante largos periodos de tiempo en esas áreas. De ahí que nunca intentaran acercarse a la zona. De hecho habían posicionado muy pocas tropas en los bosques más próximos a la central, y además lo hacían con una elevada rotación.
Rusia no mide las consecuencias de sus acciones
A los dos días de empezar la invasión, Rusia ya había alcanzado la central de Chernóbil. Lo consideraban un punto estratégico dentro de sus planes, pero posiblemente no habían medido las consecuencias de aquello.
La presencia de los soldados rusos en este espacio también fue denunciado por Estados Unidos en las últimas horas. Por medio de satélites detectaron su presencia y desmintieron así el anuncio de Putin de retirarse de Kiev. Señalan que no estaban abandonando, sino que se están reposicionando.
En cualquier caso, el daño sufrido por estos militares es muy alto. Ingenieros de la central explican que la respiración del aire contaminado tras remover la tierra es un "suicidio" para las personas. Sobre todo porque hace "inhalar radiación en los pulmones".
Los militares de Rusia afectados presentaban vómitos, dolor de cabeza y diarrea. El director de la planta asegura que "nadie va" al Bosque Rojo, "por el amor de dios". Define como una imprudencia el comportamiento del ejército ruso.