Sigue la consternación por la muerte de un niño de 12 años en el IES Sierra de Mijas, en Málaga. El alumno de primero de la ESO se desvaneció en el patio del colegio durante el recreo y murió allí mismo. La tragedia, ocurrida este pasado lunes, sigue dando que hablar entre la comunidad educativa.
Una profesora del menor fallecido ha roto el silencio con un mensaje en el que asegura que podría haberse evitado. La docente denuncia que la ambulancia llegó tarde y pide más medidas de seguridad en los colegios. Su mensaje ha sido muy comentado y compartido, y ha abierto un intenso debate.
Hay que recordar que dos profesores trataron de reanimar al chico con el desfibrilador del centro. Cuando llegaron los efectivos de emergencias solo pudieron certificar su muerte. Esta profesora, indignada por la situación, no ha dudado en mostrar su opinión en un duro mensaje en las redes sociales.
La denuncia de la profesora
“Ayer un niño de 12 años, alumno mío de Primero de ESO, se desplomó y cayó muerto en el recreo”. Así empieza el mensaje de la profesora de Lengua, que recuerda que el chico “murió delante de sus amigos desde la guarde, a la vista de todo el centro”. Y que “dos compañeros intentaron ayudarlo desde el primer momento”.
Según cuenta la profesora, “en el instituto tenemos un desfibrilador y ocho profesores preparados para usarlo”. Pero matiza, “una empresa nos dio un curso, todo el claustro vendió pulseritas a tres euros para pagar el curso”. Entonces se pregunta por qué la Junta no se hace cargo de la formación.
“Solo somos un centro educativo donde cada día se reúnen 1.300 personas entre alumnos, profesores y PAS, además de familias y otras personas de paso”, alega. “Muchos pueblos tienen menos población, y tienen servicios médicos, y enfermeras”, prosigue. Por eso pide más medios en su centro escolar.
‘Cruzaremos los dedos’
La profesora denuncia que los colegios privados y concertados tienen enfermeras escolares “pero nosotros no podemos”. Lamenta que, como en el caso de esta semana, “pasa que la única ambulancia de la zona tarda 20 minutos en llegar, y el niño muere”. “A lo mejor no se podía hacer nada, pero a lo mejor sí”, desliza.
Todo el instituto está viviendo momentos muy duros, tal y como ella misma describe. “Hoy nos reuniremos 1.300 personas menos una, trabajaremos e intentaremos procesar el dolor de lo que vivimos ayer”. Ha destacado “el miedo, la desesperación, la mirada de esa familia que se quebró ayer”.
“Y cruzaremos los dedos para que nadie se golpee, se caiga, por las escaleras, le dé un ataque epiléptico, un ictus o se trague un pendiente”, añade. El problema, asegura, es que “nuestros alumnos para las autoridades educativas y sanitarias son de segunda: no tienen los mismos derechos que otros alumnos de la zona”.
Petición a las familias
La profesora reivindica que los niños del instituto tienen “una formación académica tan buena como la de los demás”. “Somos profesionales y nos dejamos la piel, ahí están nuestras notas de selectividad”, pone como ejemplo. Pero a continuación advierte que sus alumnos no tienen seguridad.
“Si un niño se cansa mucho en Educación Física no hay nadie que pueda examinarlo y derivarlo”, afirma. “Y si una niña se desmaya en el baño y llamamos al 061, a veces nos dicen que no puede ser que los llamemos para eso, que es una bajada de azúcar”. Por eso lanza una petición.
“Queremos personal sanitario en los centros como en los países de nuestro entorno”, dice, “y como en los centros privados y privadetes de España”. Hace una petición especial a las familias: “hay que luchar, nos va la vida en ello, vosotros podéis meter caña, hacedlo”. “Por el niño que ayer nos dejó, por su familia, por tu hijo”, concluye.
Una enfermera por cada 8.500 alumnos
Esta profesora denuncia que cuando ella iba al colegio, hace más de 30 años, pasó lo mismo. “Lo único que ha variado es que los profesores se han currado saber hacer una reanimación cardiopulmonar, y procurarse un desfibrilador”, alega. “Las autoridades mandarán coronas al funeral, supongo”, dice de manera irónica.
Efectivamente, en los colegios de España es raro ver una enfermera porque según los datos hay una por cada 8.500 alumnos. La comunidad educativa lleva tiempo pidiendo regular su figura para atender emergencias en los centros. Pero también para tratar a pacientes crónicos y promover la salud.
La última tragedia vuelve a sacar a la luz la necesidad de contar con personal médico en las escuelas de forma permanente. Los expertos aseguran que el riesgo cero no existe, y que en este caso quizás el niño habría muerto igualmente. Pero los padres y los profesores tendrían la tranquilidad de que se hizo todo lo posible.