Los ataques de Rusia van más allá de unos simples bombardeos. También están provocando un grave daño personal a millones de personas residentes en Ucrania. Una mujer acaba de confesar el triste episodio que vivió por culpa de varios militares rusos.
Natalya fue violada por un grupo de soldados en su casa de Brovary, muy próximo a Kiev, en presencia de su hijo de 4 años. Previamente habían acabado con la vida de su marido de un disparo.
La violaron durante horas, y el estado de embriaguez que presentaban provocó que se quedaran dormidos. Eso fue aprovechado por esta mujer para escapar campo a través con su pequeño Oleskii. Se tratan de nombres ficticios utilizados para narrar su historia al diario The Times.
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Se refugian de la guerra en Ternopil, junto a la hermana de su marido. Recuerda que los hechos tuvieron lugar a los pocos días de iniciarse la invasión de Ucrania. Un grupo de militares se presentó en la casa que tenía la familia en el campo.
Mataron al perro, estrellaron el coche y registraron la vivienda. El responsable de la operación se identificó como Mikhail Romanov. Le aseguró a la mujer que si no hubieran estado en un conflicto "tendrían una relación".
Relata que durante la noche, mientras estaban en la sala de calderas escondiéndose de los bombardeos, escucharon ruidos. Se trataba de Romanov y de otro joven soldado. Entraron en la vivienda y dispararon a su marido, mientras que a ella le solicitaron que se quitara la ropa.
Ambos la acabaron violando durante horas. Explicó que "no les importó que mi hijo estuviera llorando en la sala de calderas".
"Me dijeron que lo callara y volviera". Fueron instantes muy humillantes, ya que "todo el tiempo sostuvieron el arma junto a mi cabeza". Además se preguntaban entre ellos si "la matamos o la dejamos con vida".
Una vez que los hombres se marcharon, ella regresó junto a su hijo, que se encontraba totalmente inmóvil a causa del pánico. Al cabo de veinte minutos volverían de nuevo para violarla otra vez.
Cuenta que cuando retornaron por tercera vez "estaban tan borrachos que apenas se mantenían en pie", señaló la mujer. Se quedaron dormidos en las sillas, lo que le permitió escapar junto a su hijo. "Le dije que teníamos que huir muy rápido o nos dispararán", apuntó.
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Los militares de Rusia les habían estrellado el coche contra un árbol para que no pudieran pedir ayuda. Solo les quedó la posibilidad de marcharse corriendo campo a través. En un primer momento llegó a la casa de un vecino, para a continuación marcharse hasta Brovary, donde se reencontraría con sus suegros.
La recomendación de la familia de su marido es que se refugiara en Ternopil, junto a su cuñada. Ella le animó a denunciar el caso a la policía y hacer público las violaciones sufridas por parte del ejército ruso.
Por medio de las redes sociales fue posible identificar a Romanov, uno de los soldados que la violó. Al parecer, cuenta con antecedentes por varios delitos sexuales.
Natalya ha decidido dar el paso de relatar su historia para que todo el mundo conozca todas las atrocidades que se producen en una guerra. Por ahora no han sido capaces de confesarle al niño que su padre fue asesinado.
El suyo no es el primer caso de violación que se denuncia en Ucrania. Hace una semana, Anastasia Tarán huyó de la ciudad de Irpin, cerca de Kiev, relatando que la situación vivida era todo un "infierno". Desvelaba que "los soldados violan a las mujeres" y "disparan" a los civiles que se ocultan en los sótanos.