La guerra puede entrar en las próximas horas en un escenario totalmente distinto. El último encuentro entre Rusia y Ucrania se ha saldado con un importante acercamiento entre las dos partes. Después de esta reunión en Estambul, ya empieza a verse un halo de luz al final del túnel.
Ya se han cumplido cinco semanas desde que Putin decidiera invadir al país vecino. Sin embargo, los acontecimientos pueden sufrir un giro inesperado en cuestión de días. La principal demanda planteada por el presidente ruso habría sido aceptada por el gobierno de Volodímir Zelenski.
Rusia había puesto como principal condición para cesar los ataques que Ucrania no entrara a formar parte de la OTAN. Y parecen dispuestos a aceptar dicha propuesta siempre que se asegure la seguridad del territorio. "Estamos dispuestos a renunciar a acceder a la Alianza Atlántica si logramos establecer una mesa con ocho países extranjeros que nos garanticen nuestra seguridad", apuntan.
Dichos países podrían ser Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Canadá, Polonia, Israel y Turquía, dijo el negociador de Ucrania. En estos momentos, lo que se pretende es que sea la propia OTAN la que vele por los intereses de este país desde la distancia. Todo ello con el ánimo de rebajar la tensión con Moscú.
Esto no impediría al estado de Zelenski a integrarse dentro de la Unión Europea. El Kremlin les permitiría incorporarse al bloque comunitario siempre que lo hagan con un estatus de país neutral, señala el diario Financial Times. Pretenden que su papel sea irrelevante.
Aunque Rusia ha cedido en alguna de sus pretensiones, hay ciertos detalles que Putin no pasa por alto. El mandatario ruso no tiene intención de renunciar al control sobre Crimea ni el Donbás. La primera fue anexionada ilegalmente por Moscú en 2014.
Las tropas militares rusas han centrado ahora todos sus esfuerzos en el Donbás. Este territorio ya se encuentra parcialmente ocupado por los rusos. En vista de esto, Ucrania plantea una solución más a largo plazo para que no se enquiste el entendimiento ni tampoco renunciar a estos estados.
Desde Kiev proponen "establecer un periodo de 15 años en los que poder discutir el estatus de Crimea y las regiones de Donetsk y Lugansk. Durante este periodo nos comprometemos a no realizar ninguna actividad militar en contra de estos lugares". Aceptarían que estuvieran "bajo ocupación rusa mientras dure este proceso".
De momento, la delegación del Kremlin no se ha pronunciado respecto a esta iniciativa. Rusia, a cambio, se comprometió a "reducir drásticamente" sus ataques contra la capital de Ucrania y la Chernígov. Quisieron aclarar que esto no se trataba de un alto el fuego.
Rusia espera más avances por parte de sus contrincantes
Rusia pretende que Ucrania mejore sus propuestas en los próximos días. Estaba previsto que las negociaciones se prolongaran durante esta semana, pero finalmente no habrá más encuentros.
En Moscú insisten en que "las decisiones clave serán adoptadas en Kiev, y que se crearán las condiciones para un mayor trabajo formal". Sin embargo, el portavoz de Ucrania recuerda que cualquier decisión que se tome debe contar con el visto bueno de los ciudadanos. Será sometido a referéndum para a continuación votarlo en el Parlamento.
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"Debemos lograr el respaldo de la sociedad para que el acuerdo realmente se lleve a cabo", advierten. Mientras siguen estas reuniones entre representantes de ambos países, los bombardeos no cesan. Mariúpol sigue siendo la ciudad más castigada por los ataques, con más de 150 000 atrapadas sin los suministros básicos.
La guerra iniciada por Rusia ha dejado desde su comienzo 1179 muertes, según la ONU. A ello se le sumarían 1824 heridos, aunque este organismo señala que las cifras podrían ser mucho mayores.