Rusia sigue dando nuevos pasos en su batalla contra España y los países de occidente. Las distintas sanciones impuestas al gobierno de Putin no han hecho más que incrementar la tensión entre las dos partes. Para contrarrestar estos ataques, desde Moscú anunciaban hace unos días una medida de alcance.
Hacían público que no aceptarían el pago del gas en divisas, incluido el dólar y el euro. El suministro a los países enemigos únicamente se cobraría en rublos, la moneda rusa. Esto afecta a los distintos territorios de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos.
Esta propuesta la adelantaba la semana pasada el mandatario de Rusia y la confirmaba este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Es evidente que no vamos a suministrar gas gratis. Eso se puede afirmar con toda seguridad", insistía.
Entienden que la situación actual que está sufriendo el país no les permite actuar de otra manera. Es un as que tienen bajo la manga y que puede afectar de manera importante en la economía de estos países. Principalmente porque son demasiado dependientes del gas ruso.
La reacción no se hizo esperar por parte del G7. Consideran que "no es aceptable" la exigencia del pago del gas en rublos. El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, explicó que todos los países "acordaron que se trata de una violación unilateral de los contratos existentes".
Aseguran que este cambio de rumbo se debe al hecho de que "Putin se encuentre entre la espada y la pared". En su opinión, esta solicitud por parte de Moscú es una estrategia que pretende conseguir la fractura de los países de occidente. "El intento de Putin de dividirnos es evidente", apuntó.
Rusia también ha reaccionado ante las palabras vertidas el pasado sábado por el presidente de Estados Unidos. Joe Biden señaló que Putin "no puede seguir en el poder", definiéndole como un "carnicero". Estas declaraciones no sentaron nada bien en el Kremlin.
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Su portavoz, Dmitri Peskov, las calificó de "alarmantes". Advirtió que un posible cambio de régimen en el país "no es algo que pueda decidir Biden".
En su comparecencia diaria ante los medios del país explicó que "seguiremos supervisando de cerca las declaraciones del presidente estadounidense. Las recogeremos de forma cuidadosa y seguiremos haciéndolo", amenaza.
Rusia y Ucrania vuelven a verse las caras
Rusia tiene previsto celebrar una ronda de negociaciones esta semana con Ucrania en la ciudad turca de Estambul. Los dos países se han visto obligados a ceder en sus planteamientos iniciales en vista de los daños causados en los últimos días.
Ya ha transcurrido más de un mes desde que las tropas de Putin empezaran su invasión sobre Ucrania. La resistencia del enemigo y los fallos logísticos han provocado un estancamiento en la ofensiva rusa, incapaz de avanzar en ciertos territorios considerados de estratégicos. También han comprobado como su economía se resentía a consecuencia de los castigos de occidente.
Los dos países tratan de llegar a un acuerdo que convenza a ambas partes. Zelenski se comprometió a que Ucrania renunciara a su estatus como aspirante a ingresar en la OTAN. También confirmó su interés en conservar la condición neutral del país.
Por su parte, Rusia se presenta a estos encuentros con el compromiso de no emplear términos como "desnazificación" y "desmilitarización". Fueron palabras que utilizó Putin unas horas antes de que se iniciara la invasión sobre Ucrania.
Otra solicitud de Zelenski a Putin sería su posible adhesión a la Unión Europea. En principio Rusia no pondría impedimentos. Para ello, Ucrania debe mantenerse sin alineación militar en el marco de las actuales negociaciones de alto el fuego en el país.