Hace más de un año que dio comienzo la vacunación contra el COVID-19. Más de 12 meses donde millones de personas en todo el mundo ya han recibido, al menos, uno de los pinchazos contra el virus.
Gracias a ello se han salvado muchas vidas, sin embargo hay quienes todavía se resisten a ser inmunizados. La principal razón reside en el miedo a los efectos secundarios que eclipsa por completo la protección que brindan las fórmulas existentes.
Ahora, la EMA (siglas en inglés de la Agencia Europea del Medicamento) ha investigado sobre estos efectos descubriendo tres más.
Tres nuevos efectos secundarios de las vacunas Pfizer y Moderna
Pfizer y Moderna se han posicionado como las dos fórmulas más famosas e inoculadas en todo el mundo. No hay país que no haya contado con las vacunas de estas dos farmacéuticas que se han propuesto inmunizar a la población mundial.
Desde que comenzaron su comercialización, numerosos organismos como la ONU o la EMA ha estudiado a fondo sus respectivas características. La manera en que protegen frente al virus así como los efectos secundarios que pueden presentar.
Si bien es cierto que cada persona experimenta una serie de secuelas tras la vacunación, se han catalogado numerosos efectos comunes. Cansancio, dolor de cabeza, dolor de brazo o fiebre han sido los principales síntomas.
No obstante, la EMA ha publicado un nuevo informe donde detalla la detección de otros tres efectos secundarios que se pueden experimentar tras la vacunación. Unos efectos que se dan en ambas fórmulas de las farmacéuticas estadounidenses.
Concretamente se trata del eritema multiforme, glomerulonefritis y el síndrome nefrótico. Tres síntomas que todavía están por investigar para dilucidar si se tratan de efectos causales o casuales.
Lesiones en la piel y en los riñones
Luchar contra el coronavirus está siendo una batalla realmente agotadora donde los científicos han trabajado duro desde el primer momento. Ellos han sido los encargados de idear varias fórmulas que ayudan a inmunizar a nuestro organismo para evitar que el contagio derive en muerte.
Un objetivo que han conseguido rebajando considerablemente el fallecimiento de positivos al no haber empeoramiento grave tras la infección. No obstante, el hecho de que una vacuna se haya realizado en tiempo récord, ha creado cierto recelo en la ciudadanía.
Todavía no están bien definidos y concretados los efectos secundarios y cada vez hay más personas que se resisten a inmunizarse. Más aún después de conocer qué consecuencias adversas podemos padecer tras vacunarnos con Pfizer y Moderna.
Aunque no se trata de síntomas que se den en todos los casos, la Agencia Europea del Medicamento lo ha incluido en su nuevo informe. Aparte de malestares sin mucha importancia o de trastornos menstruales, hay que tener en cuenta que otros órganos pueden quedar afectados tras la vacunación.
Algunos pacientes inoculados con las fórmulas estadounidenses han experimentado eritema multiforme, es decir una hipersensibilidad alérgica manifestada en lesiones redondeadas en la piel. O incluso en las membranas mucosas de las cavidades de nuestro cuerpo.
La glomerulonefritis es el síntoma más preocupante, pero también el menos común que afecta a un número reducido de casos. Se manifiesta como una inflamación en los riñones que dificulta la eliminación del exceso de líquido o los desechos en el torrente sanguíneo.
El tercer y último nuevo efecto secundario recogido por la EMA también guarda relación con los riñones. Se trata del síndrome nefrótico que provoca una pérdida excesiva de proteínas mediante la orina.
Estos tres efectos se suman a la larga lista de síntomas que provocan las vacunas donde recientemente también se ha sumado la parestesia. Una sensación de hormigueo o entumecimiento que se localiza en el lugar donde se ha recibido el pinchazo.