La campaña de inmunización es crucial para mitigar los efectos negativos de esta enfermedad, el coronavirus, que tanto daño ha hecho en los últimos dos años. Por eso, la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 es uno de los objetivos prioritarios de las autoridades sanitarias.
No obstante, su inoculación está produciendo una serie de efectos secundarios que tienen preocupada a la población.
La tercera dosis tiene a la población española muy preocupada
Tras la inyección de la dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, son muchos los vacunados españoles que se aquejan de efectos adversos "muy incómodos y poco normales".
Según un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, los efectos adversos de las dosis de refuerzo de Pfizer y Moderna son similares a los de las anteriores.
No obstante, una vacunada ha reconocido a la publicación AS que en su caso no ha sido así: “No había faltado al trabajo por enfermedad nunca. El día después de vacunarme no podía ni levantarme de la cama, estaba muy débil”.
Son muchos los vacunados que coinciden con este testimonio. No obstante, existen estudios clínicos que demuestran la eficacia de esta pauta vacunal. Esta reduce considerablemente el riesgo de padecer afecciones graves causadas por el COVID-19.
¿Por qué hay reacciones más fuertes a esta dosis de refuerzo?
El virólogo Estanislao Nistal explica que tener una reacción o efecto adverso a un determinado fármaco es “algo totalmente normal y positivo”, sobre todo en el caso de las vacunas.
La inmunoreactividad desempeña un papel determinante. Nuestro organismo reacciona de manera rápida y eficaz porque tiene una defensa previa, originada por la aplicación de las dos primeras dosis, señala este experto leonés.
La aplicación de una pauta de refuerzo provoca que el sistema inmunitario se reactive cada vez más pronto. Por eso, en el momento que administramos una nueva dosis mientras todavía tenemos inmunidad de las anteriores se provoca una reacción mayor.
Para tratar estas molestias derivadas de la vacuna de refuerzo los médicos recomiendas el uso de paracetamol o ibuprofeno. Estos fármacos ayudan a mitigar los efectos secundarios provocados por el suero de refuerzo.
Otro asunto que tiene a la población en vilo es lo que puede ocurrir en caso de recibir la tercera dosis tras pasar recientemente la enfermedad. Esto puede provocar “una reacción a un malestar mayor por el aumento de los niveles de anticuerpos”, según Nistal. No obstante, no supone “ningún riesgo para la salud del vacunado”.
¿Qué efectos secundarios son más frecuentes?
En el caso de la vacuna de Pfizer, la fiebre, la fatiga, el dolor de cabeza o el malestar en la zona de inyección son los efectos adversos más comunes.
â¶ï¸ VÍDEO: Las 4 situaciones que debes evitar para no contagiarte de ómicron
A ellos hay que sumarles molestias en las extremidades, los escalofríos y los dolores en las articulaciones, según un informe de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Con la vacuna de Moderna, la hinchazón, el enrojecimiento y el dolor en la zona de inoculación son los síntomas más habituales. También pueden aparecer náuseas, vómitos, dolor generalizado, fiebre y cansancio muscular.
Los más notificados por los vacunados fueron la fiebre y el dolor en la zona de la inyección de la vacuna, según la Estrategia de Vacunación de España.
Aunque no hay forma de predecir si estos síntomas u otros leves aparecerán tras recibir la tercera dosis, está claro que los beneficios de esta son superiores a los inconvenientes.