Parecía que estábamos a las puertas de otro día D: una nueva Filomena amenazaba con llegar a España dentro de tres días. Como mínimo, así lo vaticinaba Jorge Rey, el chico de 15 años que se hizo famoso por pronosticar la gran nevada, conocida como Filomena, que saturó España hace justo un año.
Ahora, la alarma estaba de nuevo encendida: Jorge Rey volvía al acecho. Pues sorprendió a todo el mundo cuando aseguró en su blog que a partir del 24 de enero de 2022 habría "nevadas intensas". Lo que los más osados tradujeron como: volverá Filomena.
Nada más lejos de la realidad. La Aemet ha querido salir al paso de las especulaciones y disipar todas las dudas: "Ni Filomena ni Filomeno". Así de tajante se ha mostrado la meteoróloga Delia Gutiérrez en el blog de la Agencia Española de Meteorología (Aemet).
"Ni Filomena ni Filomeno"
Según la científica Delia Gutiérrez, el método que utiliza el joven Jorge Rey carece de base científica. Pues el vaticinio de la llegada de una nueva Filomena se basa en las cabañuelas. “Se trata de un método predictivo sin ninguna base científica que forma parte del folclore popular en zonas rurales de España”, dice Gutiérrez.
Gutiérrez no se ha quedado corta a la hora de indicar que dichas creencias "no son más que una superstición”. “Nos falta formación para entender el complejo funcionamiento de la sociedad tecnificada en la que vivimos”, sentencia la experta.
Jorge Rey pronosticó una Filomena 2.0
Tenía que ser en tan solo tres días, pero la Aemet ya ha dejado claro que no habrá Filomena. Desde la Agencia Española de Meteorología explican que “no podríamos estar más lejos de un escenario de nevadas, mucho menos de uno de nevadas abundantes”. Descartando pues la llegada de la nueva Filomena que sí predecía Jorge Rey.
El chico, que el año pasado sí acertó de pleno con el pronóstico, aseguraba que este año se podría repetir el fenómeno. Las cabañuelas —el método que utiliza Jorge Rey— señalaban que el 24 de enero se produciría una nueva Filomena. Es decir, España quedaría de nuevo a merced de las abundantes nevadas.
Al final, y siempre según predice la Aemet, no habrá nevadas. De hecho, para el 24 de enero se esperan vientos fríos y secos, cielos nubosos y precipitaciones débiles en el norte de la Península. También habrá algunas heladas en el interior, las cuales se intensificarán en la mitad norte.
Precipitaciones sí, pero para nada fenómenos que puedan recordar a la temida Filomena. Aun así, la Aemet advierte que cabe tener precaución: pues las temperaturas mínimas siguen por debajo de la media, llegando en muchos casos entre los 5 y 10ºC por debajo de lo normal.