Tras conocerse la reapertura del caso de Yéremi Vargas, todos los ojos apuntan a Antonio Ojeda, el principal sospechoso. La familia del pequeño desaparecido hace 14 años en la localidad tinerfeña de Vecindario, no pierde la esperanza de saber qué ocurrió.
Ithaisa Suárez, madre de Yéremi, no confía en que esté vivo, pero su único deseo es encontrar el cuerpo para poder despedirse de él. En 2018 se cerró el caso al no haber pruebas que incriminasen a Ojeda.
Este confesó haber acabado con el niño a un compañero de cárcel tras ser detenido por haber abusado de otro menor. 'El Rubio' siempre estuvo bajo las sospechas de la familia de Yéremi y ahora ha roto su silencio.
'El Rubio' asegura que no tuvo nada que ver con la desaparición de Yéremi Vargas
Antonio Ojeda salió de la cárcel en marzo de 2020. Allí permaneció cinco años tras ser acusado por abusos sexuales a un menor de 12. Una vez cumplida su condena, dejó Vecindario y se mudó a Las Palmas de Gran Canaria donde vive en una pensión con las ayudas sociales.
Actualmente tiene 61 años y su familia se ha desvinculado totalmente de él. Ojeda intenta pasar desapercibido con un aspecto completamente diferente, pero siempre con su habitual gorra.
En la capital canaria lo han encontrado un equipo del periódico Canarias7, con quien 'El Rubio' ha mantenido una conversación. "No he hecho nada, no tuve que ver con la desaparición del niño", ha dicho ante el citado medio.
El principal sospechoso de la desaparición de Yéremi insiste en su inocencia y opina que "le han cogido de cabeza de turco sin tener culpa". Ojeda asegura que no tiene nada que ver con ninguna de las dos causas de las que se le acusa.
"A mí me metieron un marrón y me comí cinco años sin culpa ninguna y no fui yo", afirma en relación con la condena por abusos en 2016. Para él, todo responde a un plan de la Guardia Civil para incriminarlo en los dos delitos.
"Los mismos guardias civiles que me metieron en eso (hace cinco años), intentaron meterme en esto (en referencia a Yéremi)", sostiene. "Fue una venganza personal", sentencia de manera rotunda.
Según él, el pueblo sabe la verdad
Durante la conversación con los periodistas, Ojeda asegura que si le llaman para declarar, irá a los juzgados. "No tengo nada que esconder", mantiene. Recuerda que él se presentó como testigo voluntario cuando Yéremi desapareció, pero que su versión nunca se tuvo en cuenta.
Asegura que, en la localidad de Vecindario, hay gente que sabe qué ocurrió y que él es inocente. "En el pueblo hay mucha gente que no ha hablado, pero que sabe la verdad", opina.
"Me están mortificando sin culpa ninguna, han puesto a todos en contra de mí, pero los ojos de Dios no duermen", explica 'El Rubio'. Además, confiesa estar pasándolo mal con todo esto y siente impotencia por no poder defenderse.
Sobre qué opina de la madre de Yéremi que ha luchado porque se reabra el caso al tener pruebas contra él, Ojeda ha sido claro. "Esa pobre mujer me ha dado mucha pena".
Señala que él mismo firmó una petición para que el caso no se cerrara y que siempre ha intentado ayudar a la familia. "Solo intenté ayudar porque preguntaban si alguien había visto algo", cuenta. "Me puse a ayudar a esa gente y ahora me toman al revés", ha indicado.
'El Rubio' dice que los presos mienten
Lo que más interés despierta, son las confesiones que él mismo hizo a sus compañeros de prisión. Estos explicaron que Ojeda confesó haber acabado con la vida de Yéremi, lo que propició convertirle en el principal sospechoso.
Al ser preguntado sobre este hecho, 'El Rubio' asegura que "mintieron". "Con tal de conseguir la libertad venderían a su madre", apunta. "Tendrán que dar cuenta de lo que dijeron", advierte, señalando que "los jueces no son tontos".
Ojeda se califica como una persona "educada" y no "un matao". "No soy una mala persona como dicen por ahí", sentencia.