España va de cabeza a un confinamiento, pero el Gobierno busca la fórmula para restringir la movilidad sin necesidad de modificar el estado de alarma. Hoy propondrá al Consejo Interterritorial de Salud una solución que pasa por recurrir a la Ley de Salud Pública para que los españoles solo puedan salir de casa para ir a trabajar, al médico, al banco o a comprar.
Sanidad afronta hoy una reunión clave con las comunidades autónomas. En ella se decidirán las nuevas medidas para doblegar la curva de contagios de la tercera ola. Hasta 15 comunidades piden al Gobierno adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde o un nuevo confinamiento.
Pero eso exigiría modificar el estado de alarma, que solo ampara los confinamientos nocturnos desde las diez de la noche. Para evitarlo, el Gobierno se presentará con una propuesta sorpresa: la posibilidad de aplicar confinamientos sin un nuevo estado de alarma. Fuentes de la negociación revelan que el ministro, Salvador Illa, esgrimirá la Ley de Salud Pública como marco.
El propio Illa ha dejado claro en las últimas horas que está abierto a escuchar cualquier propuesta que llegue de las comunidades. Es consciente de que la situación es preocupante, ya que en muchos lugares los hospitales están hasta arriba, y la cosa puede empeorar. Pero el Gobierno también ha sido tajante en el exquisito cumplimiento de la ley cuando se trata de restringir derechos fundamentales, tras la decisión de Castilla y León de adelantar el toque de queda a las 20.00.
Por eso, el Gobierno propondrá hoy a las comunidades que se acojan a la Ley Orgánica 3/1986 de Medidas Especiales en Materia de Salud. Esta ley permite ordenar el encierro de la población en casa, y daría amparo jurídico a los presidentes autonómicos para decretar confinamientos, si así lo deciden, y luego pedir la autorización judicial.
Para sortear el veto judicial, el Gobierno propone evitar la fórmula «la población tiene que permanecer en su domicilio y la circulación por las vías de uso público tiene que responder a algunos de los siguientes supuestos», para utilizar la siguiente: «Se permiten las salidas a domicilio y la circulación por las vías de uso público en los supuestos siguientes».
A continuación se propone incluir supuestos como ir a trabajar, a comprar, realizar gestiones administrativas, cuidar ancianos o niños, y causas de fuerza mayor. La responsabilidad recaerá exclusivamente en la comunidad autónomas. Pero no será necesario un confinamiento generalizado, sino «selectivo», restringido a las zonas con mayores niveles de contagio o saturación hospitalaria.
Los argumentos de Sanidad para evitar un confinamiento
La propuesta de Sanidad llega en un momento especialmente complicado, con la tercera ola batiendo récord absoluto de contagios y la presión hospitalaria que no deja de crecer. Una situación que ha llevado a las autonomías a pedir más herramientas para imponer restricciones, pero Sanidad no quiere oír a hablar de ello y busca alternativas para limitar los movimientos sin modificar el estado de alarma.
El Gobierno teme que un confinamiento total vuelva a frenar la recuperación económica, lo cual podría suponer la estocada final para muchos sectores. Pero los expertos creen que un cierre duro y corto es la única salida para frenar la transmisión de los contagios, provocada por el aumento de los contactos en Navidad y favorceida por la nueva variante más contagiosa.
Sanidad recuerda que se pudo contener la segunda ola sin un confinamiento en casa, y que las mismas medidas pueden servir para doblegar la curva ahora. Además, advierte de las consecuencias económicas, pero también psicológicas, que tendría un nuevo confinamiento.
Como trasfondo están también las dificultades políticas y jurídicas que traería un nuevo encierro, ya que tendría que ser aprobado por el Consejo de Ministros, y luego ratificado por el Congreso. Sanidad no esconde la gravedad de la situación. Reconoce que los datos son «muy preocupantes», pero también asegura que «savemos cómo doblegar esta curva».
Algunas piden ya un autoconfinamiento
Las comunidades presionarán hoy en el Consejo Interterritorial para que el Gobierno permita adelantar el toque de queda y aplique un confinamiento total en toda España. Illa está dispuesto a negociar la ampliación del toque de queda, pero en cambio cierra la puerta a un nuevo confinamiento, como el que ya están aplicando en otros países como Reino Unido y Alemania.
Las comunidades ya han aplicado medidas severas dentro de lo que les permite el estado de alarma. Pero territorios como Andalucía, Castilla y León, Murcia o Asturias, han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que ponga encima de la mesa la posibilidad de un nuevo confinamiento. Ciudadanos apoya un nuevo encierro, y el PP se muestra dispuesto a estudiar la medida.
Mientras el Gobierno sospesa la posibilidad y estudia alternativas, algunas comunidades como Galicia, Castilla y León, La Rioja o Andalucía, ya han aconsejado a sus ciudadanos que se autoconfinen. Sanidad les dirá hoy que aquellos territorios que consideren que la medida es necesaria, pueden aplicarlo de forma independendiente sin necesidad de una nueva alarma. España va de cabeza a un confinamiento.