La explosión dramática de cifras, que este fin de semana volvieron a marcar un récord desde marzo con 84.287 nuevos casos, empieza a presionar y mucho al Gobierno Central. Una presión que se suma a la cada vez mayor insistencia de las autonomías que sufren la negativa del Ejecutivo a confinar domiciliariamente, una medida que se antoja ahora mismo como la única posibilidad para atajar de raíz el desbordante aumento de casos que amenaza con colapsar hospitales en breve.
Ante las distintas peticiones que se han realizado desde las autonomías para que el Ejecutivo decretara un confinamiento domiciliario parecido al de marzo, todas las respuestas del Gobierno han apuntado en la misma dirección: rechazarlo y afirmar que con el actual marco jurídico, que incluye la capacidad de las autonomías de aplicar ciertas restricciones, no es necesaria la reclusión para contener al virus.
Las comunidades autónomas actúan por su cuenta
Una afirmación con la que no están nada de acuerdo las autonomías, que ya se han ‘amotinado’ para actuar por su cuenta ante la negativa de Pedro Sánchez a concederles el confinamiento domiciliario. Castilla y León ha avanzado el toque de queda hasta las 20:00, cuando el Estado de Alarma solo lo permite hasta las 22:00, una decisión que ya ha sido recurrida por el gobierno central ante el Tribunal Supremo.
Cataluña y Madrid han calificado de ‘inaudito’ que el Gobierno Central se dedique a recurrir esta medida y a la vez se niegue a dar más herramientas a las comunidades autónomas y a permitir que puedan instaurar un confinamiento domiciliario. También otras comunidades se quieren sumar a dicho avance del toque de queda y ya están presionando al Gobierno Central para que lo permita. Mientras, la Junta de Andalucía insiste en la necesidad de aplicar un confinamiento domiciliario que corte de raíz con la expansión del virus.
El caso es que se necesitan restricciones más duras y varios expertos y políticos claman al Gobierno Central que actúe ya, pues la situación es insostenible. Muchos son los que opinan que la reticencia del Gobierno a aplicar medidas más contundentes viene motivada por el intento de evitar una debacle económica.
Sin embargo, los expertos apuntan que mientras el virus sigue avanzando, la economía no se está salvando y que tampoco se salvó ni en verano ni en Navidad, pues las nuevas restricciones solo hacen que alargar la situación, por lo que opinan que sería mejor un confinamiento duro y corto que alargar la agonía.
El Gobierno deberá mover ficha
Con este panorama, si las cifras no empiezan a bajar esta semana, Moncloa no tendrá más remedio que asumir la necesidad de permitir el confinamiento domiciliario mediante una modificación del actual Estado de Alarma; y este se podría aplicar desde el fin de semana.
El Consejo Interterritorial de mañana va a ser clave para esta decisión, pues allí se van a analizar las nuevas cifras y se tomará una decisión al respecto. Moncloa ya está analizando la posibilidad de modificar el decreto de Estado de Alarma, aunque quiere un consenso con todas las comunidades autónomas, tal y como ha avanzado Carolina Darias.
Fernando Simón no ve necesario el confinamiento
Mientras Tanto, Fernando Simón se sigue mostrando contrario al avance del toque de queda o al confinamiento domiciliario, pues afirma que hay otras medidas que pueden tener mayor impacto, como el cierre del interior de los bares.
«Yo no soy partidario ni de toque de queda, ni de no toque de queda: soy partidario de que se apliquen bien las medidas que permitan controlar la transmisión de la enfermedad. Pueden ser pocas muy bien aplicadas o muchas un poco peor aplicadas, y al final conseguir el mismo efecto». Para el experto, hay otras medidas alternativas al adelanto del toque de queda, como el cierre de los interiores de los bares.
«Sé que no es popular, pero es la que ha demostrado un impacto mayor», ha recalcado.
[predef]infrmate-ms-sobre-el-coronavirus-622[/predef]