Julio Armas Castro lleva más de una década desarrollando su trabajo como sanitario en las urgencias hospitalarias, un sitio donde admite que «reina el estrés, pero donde muchas veces hay magia». Desde que comenzó la terrible pandemia del coronavirus, su trabajo diario se mueve «entre los sonidos de los monitores, el timbre de la sala de críticos que no para de sonar y esa necesidad de abrazar que se ha quedado muda», se lamenta el doctor.
Por lo general, los médicos no son dados a comentar casos particulares de pacientes, pero Julio Armas opina que «hay historias que ayudan a otros a tomar consciencia de lo crítica que es la situación actual» y por ello publicó hace unos días en su cuenta de Twitter un caso que tuvo lugar en su hospital que le había llegado al corazón de una forma significativa.
«Para un hombre, que su esposa y su hija mueran el mismo día, con tan solo tres horas de diferencia y ambas por Covid, no tiene palabras de consuelo. Cuando me llamaron porque el hombre necesitaba un informe y nos contó lo que había pasado, a todos se nos cayó el alma al suelo. Sus lágrimas caían como losas», confesaba en las redes sociales.
La dura historia de un hombre que perdió a su mujer e hija en 3 horas
«Hay muchas historias que día a día te llegan al alma, miles de familias destrozadas, en ocasiones por imprudencias. Hay gente que lo está pasando francamente mal y sus historias duelen", afirma este médico. A lo largo del año que está a punto de cumplir la pandemia, el doctor Armas ha presenciado mucha gente sola: "Me impactó muchísimo un hombre relativamente joven que llegó desde un municipio lejano porque leyó que nuestro hospital aceptaba aún pacientes. Llevaba más de 10 días con síntomas, vivía solo desde hacía más de 20 años que dejó de hablar con su hija. Apenas podía caminar y el color de su piel era violáceo, porque llegó con el oxígeno en números rojos», se lamentaba.
«Aparentemente estaba tranquilo, pero su mirada era de clara desesperación, de alguien que solo se tiene a sí mismo y está a punto de perderlo todo. A las dos horas habíamos logrado estabilizarlo, pero los resultados de los exámenes apuntaban a una neumonía bilateral por COVID muy grave. A las cuatro horas ya estaba sedado y conectado a un ventilador mecánico, y sin nadie que preguntara por él. Pasaron muchos días, de vez en cuando me acercaba a la Unidad de Cuidados Intensivos para saber cómo iba. Al cabo de muchos días dejó de respirar y terminó perdiéndose a sí mismo, que al final era lo único que tenía», sentenciaba el doctor.
El doctor Armas confiesa que el Covid nos ha hecho «cambiar para siempre»
Julio Armas trabaja en el Hospital del Vinalopó en Elche y asume que las cifras actuales son peores que las del pasado marzo. El alcalde de Elche, Carlos González, se mostraba intranquilo ante la subida «alarmante» y avisaba de que la presión hospitalaria es «insoportable». El doctor afirma que «la velocidad de contagio es mayor, hay más familias enteras contagiadas y más gente joven que ingresa con neumonías bilaterales». Además, confiesa llevar varias semanas doblando o triplicando turnos para poder cubrir a otros sanitarios con Covid o en cuarentena.
«Se pueden duplicar camas, respiradores y espacios, pero no se pueden multiplicar sanitarios como panes y peces. Son años de ninguneo y de maltrato institucional que ahora se ven reflejado en todos los que se han ido», sentencia Armas. Asimismo, el médico considera que tendrán que pasar unos meses para que se vean las secuelas de la pandemia, pero concluye con un pensamiento muy claro: «Hemos cambiado para siempre».
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