J. R. y Mónica Marcos

José Ramón: el mensaje escrito con pintalabios tras matar a su pareja Mónica

José Ramón tenía denuncias previas por maltrato a otras parejas

Hace apenas diez días José Ramón Guerreiro asesinaba a su pareja Mónica Martos en La Coruña. Apenas llevaban un par de meses saliendo, y uno de convivencia.

Tras acabar con la vida de la mujer, de 48 años, él trató de huir. Se compró un billete de avión y acabó refugiándose en un hostal de Madrid. Allí sería detenido por la Policía Nacional a las pocas horas. 

El objetivo de José Ramón era llegar hasta Tenerife, donde fijada su residencia. Tras cometer el crimen, y en un momento en el que no estaban los hijos de la víctima en casa, se dedicó a escribir mensajes. Lo hizo con el pintalabios de Mónica sobre varias puertas de la vivienda. 

En una de ellas se puede leer: "Yo no soy malo" o un "Te quiero mucho", con abreviaturas, como asegura ABC. El hijo de ella fue el que encontró el cadáver de madrugada.

El presunto autor de este crimen machista ya contaba con antecedentes por maltrato a otras dos parejas. Este hecho lo desconocía por completo la última víctima, según aseguraron sus allegados.

José Ramón y Mónica se conocían desde hace mucho tiempo, pero él había fijado su residencia en Canarias. Después de sufrir un accidente laboral decidió volver a La Coruña, la tierra de donde es natural. Lo hizo con la excusa de la pandemia y con el ánimo de iniciar una relación con ella.

Habían contactado a través de las redes sociales después de perder el contacto a causa de la distancia.

José Ramón llevaba una doble vida 

Otro detalle que no conocía la víctima es que José Ramón Guerreiro vivía en Tenerife con la que aún era su pareja. Es decir, le mantuvo oculto la doble vida que tenía. Esa mujer, al enterarse del crimen por la prensa, se puso en contacto con la comisaría gallega para confirmar la veracidad del caso.

El detenido fue captado en todo momento por las cámaras de videovigilancia. Lo grabaron en el aeropuerto de La Coruña comprando un billete con su tarjeta, y también en el madrileño en el momento del aterrizaje.

La noche de la huida durmió en un establecimiento hotelero de la calle Sagasta de Madrid. Al cabo de unas horas fue detenido y trasladado a la sede policial de Lonzas, donde se negó a prestar declaración.

La titular del juzgado número 3 de la ciudad gallega decretó prisión comunicada y sin fianza para José Ramón. Según reveló la autopsia, Mónica no tuvo oportunidad de defenderse en ningún momento. Él la atacó por sorpresa por la espalda y la acuchilló en un costado, zona lumbar y abdomen.

El día anterior, según relataron vecinos y el hijo de la asesinada, habían mantenido una fuerte discusión. Los agentes sospechan que el móvil de este crimen pudieron ser los celos y el afán posesivo del agresor. 

Ella era muy conocida en el barrio de O Birloque, donde regentaba una panadería junto con su hermana y su padre. Su familia siempre fue muy apreciada por los vecinos, que no podían salir de su asombro ante la noticia.

En lo que va de año, ya son 35 las mujeres víctimas de violencia machista en España.

En el momento de la detención, la policía incautó a José Ramón un abrigo acolchado, una gorra y varios fármacos. Los medicamentos le servían para calmar las dolencias físicas que arrastraba a consecuencia del accidente laboral que sufrió.

Por dicho caso recibía una prestación, según recoge La Voz de Galicia. La investigación correrá a cargo del Juzgado de violencia de género. Ahora queda por determinar si el delito queda clasificado como asesinato.