Hay muchas incógnitas sobre cómo evolucionará la pandemia en las próximas semanas. La mayoría de los expertos no se atreven a augurar nada en concreto, ya que en cualquier momento podría aparecer una nueva variante. Todo ello cogería con el pie cambiado a la comunidad científica, que trabaja con las cepas ya existentes.
Un conocido virólogo alemán, Christian Drosten, advierte que la COVID-19 podría volverse endémica. El jefe del centro de salud pública germano y responsable de virología del hospital La Charité de Berlín lo tiene claro.
El coronavirus, más que una pandemia, se acabará convirtiendo en una enfermedad recurrente, con la que tendremos que convivir a largo plazo. Sería algo similar a lo que ya representa la gripe en la población.
Insisten en la importancia que tienen las vacunas para contener el virus, pero sobre todo para reducir sus efectos. En una entrevista concedida a NTV prevé que este otoño la COVID-19 se vuelva endémica. Explica que hay algunos países europeos que podrían alcanzar esa fase durante las próximas semanas.
Drosten habla sobre todo de Reino Unido, que cuenta con un elevado número de casos acumulados y un alto porcentaje de población inmunizada. De cumplirse sus augurios, el coronavirus pasaría a ser una enfermedad común que tendría una presencia permanente en nuestras vidas.
Sospecha que el Sars-CoV-2 se comportará con el tiempo como los otros coronavirus. Por ahora se han ido debilitando, provocando resfriados leves. Sin embargo, tampoco tiene la certeza de que esto se vaya a cumplir.
Para alcanzar la fase que augura el virólogo alemán es preciso que los países tengan una campaña de vacunación muy avanzada. Las dosis inyectadas consiguen disminuir los casos de fallecimientos hasta convertir al COVID-19 en una enfermedad endémica.
Será posible convivir con ella, y posiblemente sin apenas restricciones. De momento, el uso de la mascarilla continúa siendo obligatoria en los espacios cerrados. Queda por ver si una vez que se inmunice al 90% de la población sigue siendo precisa su utilización.
La pandemia sigue causando estragos
La pandemia continúa preocupando mucho a los expertos, sobre todo por las cifras de contagios en los países menos desarrollados. Su situación es totalmente distinta a lo que se vive en el primer mundo. Carecen de las suficientes dosis para vacunar a la población.
Esto es algo que ha abordado recientemente la Organización Mundial de la Salud. Este reparto desigual de las vacunas "podría acabar envidando al mundo entero al punto de partida", advertían. Aprecian un grave retraso en el suministro de fármacos.
Esto amenaza con convertir algunos territorios de África en "caldo de cultivo de variantes resistentes a las vacunas". Eran apreciaciones que realizaban en relación a la tercera dosis que se tiene previsto inyectar en los países más desarrollados.
Consideran que antes de inocular esa tercera vacuna habría que destinar los esfuerzos en hacerle llegar las dosis a los países más pobres. Estiman que a finales de este año solo se habrá inmunizado al 17% de la población de este continente.
Son, sin lugar a dudas, los grandes perjudicados por los efectos de la pandemia. Sobre todo porque entre los planes de la OMS estaba que se llegase al término de 2021 con un 40% vacunada. Esto en gran medida se debe a que Covax remitió 150 millones de dosis menos de las pactadas a África.
Pretenden que para frenar esa enorme brecha "en la equidad" de estos fármacos, los países fabricantes tomen medidas. Deben "ayudar a proteger a quienes soportan el mayor riesgo", aseguran.
La pandemia y los problemas de suministro de inyecciones no solo están afectando a este continente. También a otros países en vías de desarrollo, que disponen de escasos recursos para plantarle cara.