A falta de dos días para que finalice el estado de alarma en España (el domingo 9 de mayo a las 0:00 horas), son muchos los expertos que abogan por alargar varias semanas más las medidas que se implementaron en estos últimos meses, para evitar así el riesgo de que el número de contagios de Covid se vuelva a disparar en nuestro país.
La Sociedad Española de Epidemiología avisa del peligro que puede conllevar la relajación de restricciones y la llegada del verano. «Con incidencias acumuladas estancadas por encima de los 200 casos por cada 100.000 habitantes, la pandemia todavía está lejos de ser controlada. Nos preocupa especialmente el estancamiento de la incidencia acumulada, y que la mayoría de las comunidades autónomas están situadas en niveles de riesgo de rebrotes de 3 o 4», afirman en 'Nius Diario'.
«Los 15 días posteriores al decaimiento del estado de alarma deberían mantenerse»
Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administraciones Sanitarias, explica que comparar los datos es falsear la realidad, porque «hay que comparar la efectividad del estado de alarma con no hacer nada».
Para Hernández, que hubiera tres olas de covid en pleno estado de alarma no fue debido a una estrategia errónea, sino que «sobre todo en las comunidades en las que no hubo una ola tan alta en marzo de 2020 había cierta confianza, no se era consciente de lo que podía pasar» y no se ejecutaron ciertas medidas o no se cumplieron por parte de la población. «Los 15 días posteriores al decaimiento del estado de alarma deberían mantenerse la mayor parte de medidas que se pueda, que son todas las que no afectan a derechos fundamentales: distancia, aforos, mascarillas, comensales por mesa. Y pedir la autorización judicial para otras», asegura.
«En octubre muchas regiones no habían sufrido tantos casos de covid como otras, y en muchos lugares se han tomado medidas bastante extremas, mucho más que en la desescalada, por ejemplo. El estado de alarma ha permitido hacer casi lo que querían a las autoridades delegadas. Y hacerlo rápidamente. La otra opción era la que se plantea a partir de ahora: pedir autorización judicial para restringir derechos. Es mucho más lento y farragoso», confiesa.
Sin el amparo del estado de alarma «estaríamos mucho peor de lo que estamos»
Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) es tajante y pone en valor las medidas contundentes que implementó la Comunidad Valenciana, para bajar el número de contagios. «Si el estado de alarma se aplica, claro que funciona», considera.
Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología, expone que sin el amparo del estado de alarma «estaríamos mucho peor de lo que estamos», si bien admite que es vital un instrumento legal similar durante varias semanas «que permita tomar medidas donde sean necesarias».
Además, advierte que «ni las medidas han sido iguales en todas partes ni el cumplimiento ha sido homogéneo. No hemos llegado al objetivo de tener una incidencia que indique riesgo bajo de futuras olas, así que no, el fin del estado de alarma no es el fin de la pandemia».
La clave está en el ritmo de vacunación
Para los expertos consultados por 'Nius', la vacunación es vital porque «vacunando a un ritmo muy rápido las posibilidades de incidencias altas bajan. Cada semana ganamos tiempo para evitar que haya una subida importante de incidencia», apuntan.
Rafael Ortí habla de la necesidad de mantener 15 días más el estado de alarma, para «pegar un empujón a la vacunación. Todavía tenemos para vacunar a bastantes personas de grupos de riesgo con la segunda dosis... Con unos días más podríamos tener completados a los mayores de 70, y con 15 días podríamos tener a más de la mitad de los mayores de 60... No habría estado de más esperar un mes. Nos habría dado una seguridad muy importante de cara a evitar posibles rebrotes. O 20 días más», advierte.
Por último lado, Ortí pone sobre la mesa la importancia de continuar dos semanas más con el estado de alarma, para que descienda el nivel de presión asistencial en las UCI. «Si tenemos solamente a menores de 60 sin vacunar, vamos a tener muy pocos ingresos en hospitales y muy escasos en UCI. Habrá alguno, pero no será ni parecido a lo que hemos visto hasta ahora», concluye.