Los expertos en salud pública se lamentan de que la quinta ola de Covid ya sea un hecho y plantean algunas soluciones para intentar amortiguarla. Varios epidemiólogos abogan por volver a implantar el toque de queda para mitigar los efectos de esta nueva oleada.
Muchos tienen claro que el gran foco son los menores de 30 años. En algunas regiones, ya se registran 2.000 contagios por 100.000 habitantes. De momento, Sanidad no ve viable volver al toque de queda y apunta a las comunidades para que establezcan medidas restrictivas sobre el ocio nocturno.
"No es culpa suya", opina en Nius Jesús Cabrillana, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH). "Es que se les ha transmitido el mensaje de que estamos saliendo de la pandemia y se han eliminado casi todas las restricciones. Hacen lo que les dejan hacer, pero es que lo que pueden hacer es peligroso en cuanto a contagios", se lamenta.
La necesidad del toque de queda, según los expertos
Cabrillana pone el foco en cómo nos comportamos en ambientes nocturnos, más que dentro de los locales. "Ahora mismo, lo que está clarísimamente relacionado con el aumento de la incidencia no es tanto el ocio nocturno. Es la celebración de eventos masivos, sean espontáneos u organizados", explica.
"Esto va relacionado con el ocio nocturno, pero los locales no son tanto problema porque su aforo está controlado, en teoría el uso de mascarilla es obligatorio...", cuenta.
"Pero los botellones o las fiestas tienen más riesgo porque, a pesar de ser al aire libre, no se mantiene la distancia de seguridad. Tampoco se usa la mascarilla, porque ya no es obligatoria. Por ejemplo, la celebración del Orgullo en Madrid, por hablar del último evento masivo, va a traer un repunte en 15 días, estoy seguro", predice.
El epidemiólogo considera que en las celebraciones de la Eurocopa han surgido muchos contagios. "Aunque sean al aire libre no se respeta distancia, hay consumo de alcohol y la gente se relaja, no se usa mascarilla...", confiesa.
"Sin contar otros factores, solamente desde el punto de vista científico-técnico, hasta que no haya una inmunidad de grupo hay que seguir con las restricciones. Sobre todo, hablo de aquellas que en cada momento ponen de manifiesto que pueden estar relacionadas con el aumento de la incidencia".
Además, aboga por limitar la libertad de movimientos de las personas en estos ámbitos. "Desgraciadamente, se ha visto que aunque los empresarios lo hagan bien, si los usuarios no lo hacen bien la Covid se propaga", se lamenta.
"Son situaciones muy difíciles, el consumo de alcohol, el tabaco, la desinhibición. Todo eso favorece que se relajen las medidas, por eso es necesario volver al toque de queda. La única forma de cortar la transmisión es coartando libertades y es una pena, pero es así", recalca.
¿Por qué debería ser obligatorio el uso de la mascarilla?
Por otra parte, Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, afirma que la razón de esta nueva ola es una mezcla de factores. "Haber levantado las restricciones a lo largo de dos meses. Empieza cuando acaba el estado de alarma, toque de queda, cierres perimetrales, uso de mascarilla y relajación de limitaciones en eventos masivos".
A su vez, Acuña cree que la mascarilla debería de volver a ser obligatoria en exteriores "porque no estamos manteniendo la distancia".
Aparte del regreso de la mascarilla o del cierre del ocio nocturno, también aboga por otro tipo de medidas. "Por ejemplo, la gente que ha vuelto en las últimas semanas de Salou a Navarra, tras fiestas de fin de curso o vacaciones. Tenía una positividad del 50%, así que hay que hacer un rastreo exhaustivo, localizando todos los contactos de cada positivo, aislarlos..."
Realizar cribados antes de los eventos en lugares cerrados
Álex Arenas, investigador y profesor de la Universitat Rovira i Virgili, expone otra medida de calado. "Para la celebración de eventos masivos organizados habría que hacer test de antígenos antes de su apertura", sentencia.
En su opinión, es necesario realizar un cribado antes de cualquier evento en un sitio cerrado. "Tendríamos cierto control, porque sin ellos, si en un evento hay 158 positivos al día siguiente son 300. Si con antígenos solamente se escapan unos pocos de esos 158 contagiados, habrá muchos menos al día siguiente", apunta.