El denominador común más reconocible durante toda la pandemia ha sido, y es, el libre albedrío de la mayoría de comunidades autónomas en su lucha contra el virus. La quinta ola de por sí es peculiar, ya que ha arrasado en cuanto a contagios entre los menores de 29 años. Por suerte esta situación no se ha trasladado a la incidencia hospitalaria, al menos por el momento.
Esta nueva crisis sanitaria juvenil es muy distinta a las anteriores, ya que no se cuenta con un plan único de acción determinado por el Consejo Interterritorial. Tampoco se acelerará el proceso de prevención con este estrato poblacional. La franja prioritaria continúa situada entre los 30 a los 39 años, y algunos territorios podrán elegir si intercalarla con la generación sucesora.
Con este plan se pretende llegar al ansiado 90 % de inmunización con el que pretendía brindar esperanza la ministra de Sanidad, Carolina Darias. "No se ha planteado por nadie porque existe un amplio elenco de documentos, planes y medidas acordadas por todos", asegura. De esta forma deja a cada zona del país regirse a sí misma a "razón a su situación".
Una postura que no comparten todos
Algunos miembros de este comité, como el consejero murciano, Juan José Pedreño, no se han mostrado a la par que la delegada del Gobierno. "Sería aconsejable que se adoptaran medidas comunes de contención consensuadas, ahora que, además, se multiplican los desplazamientos", comenta. A su vez, acentúa la crítica mencionando que lo que propone la dirección de Sánchez son "17 veranos diferentes".
El tema más discutido por todos los presentes en la reunión es el mismo que asola a la población. El cierre de bares, botellones e incluso cribados en movimientos vacacionales son algunas de las incidencias que quiebran la cabeza de los responsables políticos. A pesar de ello, no se ha llegado a una respuesta coordinada más allá de las acciones de advertencia.
Con respecto a los riesgos que supone una proliferación de los eventos multitudinarios, cada demarcación territorial sancionará como considere pertinente a sus ciudadanos. En el caso de la Comunidad Valenciana, su presidente, Ximo Puig, ha asegurado que las sanciones serán "contundentes".
Todo ello para controlar la expansión de la pandemia, que este miércoles ha sumado 27 puntos de incidencia para situarse en los 252. Los datos más preocupantes continúan confirmándose en la franja de entre 20 a 29 años, con una media nacional de 814, y un pico de 2000 en Cataluña.
"Hay que cortar, que parar la propagación del virus, con medidas de las que sabemos de su efectividad y con la detección precoz. Siempre ha sido muy importante, pero más ahora que la mayoría de los jóvenes son asintomáticos", comenta Darias.
El ocio nocturno pendiente de cada región
Es la premisa del mandato de Pedro Sánchez después de descartar la instauración de un nuevo toque de queda nocturno solicitado, en este caso, por Castilla y León. En esta línea, Cataluña o el País Vasco han pedido la vuelta de las mascarillas en exteriores, pero todo ello ha quedado descartado.
"El Ministerio de Sanidad no ha propuesto ninguna medida relacionada con el cierre de los locales de ocio nocturno ni la valoración del toque de queda", publicaba Sanidad. Todo ello para hacer frente a las informaciones que aseguraban que las celebraciones volverían a cancelarse.
El camino es otro, según la delegación sanitaria. Asegura que el apoyo se da a través de "antígenos, rastreadores y cuantas otras medidas que puedan ser de utilidad en esta tarea de coordinación".
Tal y como están las cosas, son muchas las celebraciones que se han cancelado, como el San Fermín en Navarra. La región foral cerró este miércoles la entrada a bares y discotecas a partir de la 1:00.
Antes lo hicieron Cantabria y Baleares. Acción que ha hecho caer la ficha de Cataluña este fin de semana, y ha provocado que Aragón reduzca los aforos a partir de las 23:00. Galicia exigirá una PCR negativa para entrar en locales de municipios con situaciones complicadas.
En el otro extremo se sitúan las comunidades que no se han pronunciado, pero cuya incidencia continúa al alza. Es el caso de Andalucía o Madrid, que consideran que la situación no justifica tomar medidas que perjudiquen la actividad económica. A este carro se suman Extremadura, el País Vasco o Castilla-La Mancha.