El aumento de contagios de Covid-19 en los últimos días en España ha disparado todas las alarmas. Los expertos ya hablan directamente de una quinta ola que parece mucho más explosiva que las anteriores.
En apenas dos semanas, las incidencias acumuladas se han duplicado en la mayoría de territorios. En otros se ha disparado de tal manera que las autoridades ya han empezado a dar marcha atrás con la desescalada de restricciones.
Cataluña, Navarra, Baleares y Cantabria, en diferentes grados, han tomado medidas para frenar los contagios. Otras se lo están planteando, y hay algunas que creen que las medidas deben ser drásticas y de aplicación nacional.
En este último grupo se encuentra Castilla y León, cuya incidencia entre los jóvenes ya es la tercera más alta de España. Su consejera de Sanidad, Verónica Casado, pidió abiertamente al Gobierno que vuelva a imponer un toque de queda nacional.
El horario de este nuevo toque de queda sería de 01:00 a 06:00 para frenar especialmente las reuniones de jóvenes. Este colectivo es actualmente el foco de casi todos los contagios, con la incidencia en este tramo de edad disparada.
En Castilla y León, por ejemplo, la incidencia acumulada a dos semanas entre los jóvenes de 20 a 29 años es de 1.267,74 casos. En cambio, en la franja de 30 a 39 años la incidencia es de 269 casos, mientras que de 40 a 49 baja hasta 135.
Es decir, la quinta ola está afectando a los colectivos que todavía no están vacunados. Para evitar que los jóvenes puedan seguir reuniéndose y haciendo fiestas antes de vacunarse, Castilla y León pide un toque de queda.
Sanidad y Pedro Sánchez descartan restricciones estatales
Sanidad descartó ayer cualquier medida que se aproxime a un confinamiento nocturno y también limitaciones generales al ocio nocturno. Esto último lo habían recomendado los expertos de la Ponencia de Alertas, pero Sanidad no lo considera oportuno.
Pedro Sánchez también apunta en la misma dirección. El presidente del Gobierno ha descartado un toque de queda nacional, así como cualquier otra medida que se tenga que imponer desde Sanidad.
Sánchez ha explicado que ahora mismo son las comunidades autónomas las que tienen que hacer frente a la quinta ola. Para ello, asegura, tienen herramientas suficientes y con cobertura legal.
El presidente ha explicado que "el sistema descentralizado de sanidad" está en "manos de las comunidades". En ese sentido, el Gobierno solo puede "compartir con ellas las decisiones".
Añade que "en el consejo interterritorial, en función de la evolución, hay una serie de respuestas que pueden dar las comunidades". Sánchez cree que "no es necesario aprobar nada más de lo que está acordado entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades".
Aumentan las restricciones en algunas comunidades
Ante la situación de disparo de contagios, varias comunidades ya han tomado decisiones sobre las restricciones vigentes. La más dura ha sido Cataluña, que también está siendo la más afectada por la quinta ola de momento.
La incidencia acumulada general en la comunidad salta más de 40 puntos diarios mientras crece todavía más entre los jóvenes. El lunes, la IA era de 439 casos; el martes ya estaba en 492. Y el viernes, hace apenas cinco días, la incidencia en Cataluña marcaba 296 casos.
Es decir, en cinco días la incidencia ha subido casi 200 puntos y se ha duplicado. Por eso, la Generalitat ha decidido echar marcha atrás a su desescalada y la primera víctima ha sido, otra vez, el ocio nocturno.
Los pubs y discotecas deberán cerrar sus puertas durante 15 días desde el viernes, 9 de julio. Solamente los festivales de música y los locales al aire libre podrán mantener su actividad. Eso sí, con obligación de hacer una prueba diagnóstica a todos sus clientes y con horario limitado hasta la 01:00.
Navarra también ha limitado el ocio nocturno, aunque de forma parcial. En esta región se ha adelantado el cierre a la 01:00 durante dos semanas, hasta el 20 de julio.
En Cantabria, todos los municipios que superen el riesgo medio de alerta por coronavirus deberán cerrarse de forma perimetral. Y en Baleares, las zonas más turísticas tendrán restricciones de horarios y aforos, especialmente en los locales de ocio.