Muchos expertos en Sanidad son prudentes cuando les preguntan cuál es la estrategia sanitaria a seguir de cara a las próximas fiestas de Semana Santa e incluso sobre el periodo veraniego. Fermín Domínguez, Jefe del servicio de Anestesiología y Reanimación del Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO), es positivo optimista cuando habla de una posible cuarta ola en España. Domínguez admite que cómo afrontemos la Semana Santa y el ritmo de la campaña de vacunación, serán aspectos claves a tener en cuenta de cara al próximo verano.
El doctor gallego, que se ha mantenido en este primer año de pandemia siempre en primera línea a nivel sanitario, pone en valor la importancia de ser coherentes en Semana Santa y lo vital que será una rápida y constante vacunación, para tener la mayor cantidad de inmunizados cuanto antes.
«No hay que desaprovechar» el momento tan positivo que estamos viviendo
En una entrevista concedida a los compañeros de la 'Agencia EFE', el anestesista espera y desea que no suframos otra nueva ola porque considera que ahora «estamos muchísimo mejor». Pese a la situación actual; Domínguez confiesa que «no hay que desaprovechar» este momento tan bueno que atraviesa nuestro país a nivel epidemiológico.
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El anestesista considera fundamental «cómo nos comportemos» durante los próximos días festivos, fechas en las que aumentará notablemente la movilidad. Además, Domínguez pone el foco en la llegada de las nuevas variantes, que pueden fastidiarnos a todos «el verano tranquilo» que deseamos disfrutar, como sucedió el año pasado, cuando la incidencia acumulada era realmente baja en casi todo el país.
«No puedo aventurar cuándo podremos dejar la mascarilla»
Lo que tiene claro el anestesista gallego es que aún queda tiempo para olvidarnos de las medidas de seguridad de distancia social y mascarilla. «No puedo aventurar cuándo podremos dejar la mascarilla», apunta Domínguez, que no las tiene todas consigo y confiesa que durante 2021 seguiremos padeciendo este virus.
Sobre su trabajo, apunta que a veces se ha visto «en la sombra», aunque trata con los pacientes más críticos (politraumatismos y quirúrgicos), y también los del Covid. Además, el especialista asegura que los anestesistas son los primeros en actuar cuando les llega un paciente grave. «Si bien nuestra especialidad es menos conocida, es tremendamente versátil, estamos perfectamente capacitados para tratar a estos pacientes», asegura.
Cuando la UCI se llena, este servicio realiza un papel determinante fruto de un amplio bagaje en atender a todo tipo de pacientes críticos, quirúgicos, politraumatizados que llegan de toda la provincia. «Estamos acostumbrados a intubar a diario a cientos de pacientes». Tan solo colocar vías y pronarlos puede requerir de la participación de seis personas para moverlos y varias horas de trabajo.
El momento más complicado de lo que llevamos de pandemia
Además, pone en valor el trabajo «ímprobo y espectacular» de unidades de «microbiología y medicina interna». A la hora de definir cuál ha sido el momento más complicado de este año de pandemia, lo tiene claro: la primera ola. «Primero por la incertidumbre, después porque fue necesario improvisar y también por la escasez de material», afirma.
A su vez, el especialista advierte que la saturación a la que llegaron los centros sanitarios, provocó que tuvieran que «reducir la actividad quirúrgica» y abrir unidades especiales para recibir a todos los pacientes. «Fue un sufrimiento por el temor al contagio», confiesa, si bien también destaca lo más positivo de lo que ha pasado: «Ha sido un año por un lado para olvidar, pero también para sacar enseñanzas y aprender de lo vivido», concluye el sanitario, que se muestra prudente cuando le hablan sobre el verano que viviremos en 2021.
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