La búsqueda de Antonio David, el joven discapacitado desaparecido en Morón de la Frontera, no se detiene. La Policía se encuentra ante una investigación muy complicada, sobre todo por la escasa colaboración de la madre. Se trata de una mujer enferma crónica de esquizofrenia, que en un primer momento dijo que había matado a su hijo.
Después de acabar con su vida lo habría arrojado a un contenedor, según su primera declaración. En ningún momento la creyeron y trabajaron con otras teorías.
Las primeras horas resultan cruciales en la búsqueda de cualquier persona, pero mucho más en el caso de Antonio David. Presenta problemas de movilidad y es totalmente dependiente.
Los agentes se están centrando ahora en el análisis de las cámaras de videovigilancia de las carreteras y de algunas vías. Pueden resultar cruciales para conocer el paradero del niño.
El domingo fue cuando la madre decidió irse de casa en compañía de Antonio David. Ella lleva 14 años separada de su pareja y tiene la custodia del menor. Había mantenido una discusión con su hija mayor, a la que habría echado de la vivienda.
Los vecinos explicaron que durante los últimos días había mostrado una actitud bastante extraña. Llegó a sacar todos los muebles de la casa e incluso cambió la cerradura.
Ese mismo domingo tenía previsto desplazarse con el chico a Galicia, pero lo último que se sabe de ellos es que se hospedaron en un hotel de Talavera. Llegaron a las 20:00 para descansar un rato antes de volver a emprender el camino.
Ella así lo comunica a la recepción del establecimiento. A primera hora de la madrugada abandona el lugar. Los investigadores se enfrentan ahora a la difícil misión de esclarecer qué ocurrió en aquellas horas.
Al parecer, dicho hotel no tendría cámaras de videovigilancia y estarían analizando las de otras zonas próximas. Sospechan que la madre pudo introducir a Antonio David en el coche y marcharse, pero no lo tienen claro.
El tintado de las lunas traseras impiden conocer si en la parte trasera del coche viajaba el niño, cuentan desde SOS Desaparecidos. Las cámaras recogen al vehículo saliendo de la localidad toledana, pero se desconoce en qué instante el menor deja de ir en su interior.
Lo único que tienen claro es que cuando la Guardia Civil localiza a la mujer en Segovia, Antonio David ya no estaba. En una primera declaración aseguró que había matado a su hijo y que su cuerpo estaba en un contenedor del sur de Madrid.
Dudaron siempre de esta versión, pendientes de que la corroborará una vez que se recuperase de su estado de salud.
Tras salir del hotel de Talavera, el siguiente lugar en el que se la ve es una estación de servicio de Segovia. Son los propios trabajadores de la gasolinera los que contactan con la Guardia Civil al notarla "desorientada" y fuera de sus cabales.
La madre de Antonio David cambia su versión
Los agentes contactan con la hermana de Antonio David para comunicarles lo ocurrido. Y es ahí cuando ella pregunta por el joven, quien presuntamente debería estar con su madre. La principal sospechosa de la desaparición confiesa que lo ha matado.
Cuenta un relato poco coherente. Su estado de salud no era el más adecuado y deciden trasladarla al área de psiquiatría de un hospital de Valladolid, según algunas fuentes.
Ahora, por ejemplo, asegura que murió de fiebre muy alta. Ha cambiado su versión delante la policía, que no se la cree. El cadáver habría olido cuando el domingo Macarena llegó con Antonio David en un hotel.
De momento, Macarena, la madre, ha sido interrogada en el hotel, a la espera que se estabilice. La policía espera que sea entonces cuando pueda dar más datos.
La hermana del joven discapacitado señala que todo se trata de "una trampa" de su madre. Añade que "están con los corazones encogidos porque ese niño es muy querido por todos".