El derrumbamiento de un bloque de apartamentos en la localidad castellonense de Peñíscola, donde murieron tres personas, sigue trayendo cola. Varios días después del terrible suceso en la urbanización de Font Nova, el suceso vuelve a estar de actualidad debido a un propietario de los apartamentos que se vinieron abajo.
Abel Coupeau, un belga de Gent de 43 años, es uno de los dueños de uno de los apartamentos del edificio de Font Nova que el miércoles pasado acabó hecho pedazos. El hombre está buscando todo tipo de ayuda para ver cómo y cuándo puede recuperar una urna metálica donde guarda algo muy especial.
El objeto que guardaba desde hace unos años era una urna con las cenizas de su padre. Y las tenía guardadas en el armario de su piso y quería esparcirlas sobre el mar que baña la localidad costera de Peñíscola. Un deseo que, a día de hoy, no parece nada sencillo por lo que cuenta este belga.
Abel quiere recuperar las cenizas de su padre dentro del edificio derrumbado
Cuenta Abel en El Periódico Mediterráneo que estuvo en su apartamento hasta una semana antes del derrumbe del edificio. El caso es que el domingo pasado regresó de nuevo a España porque quiere recuperar "parte de mi vida, a mi padre".
Hablamos de una historia conmovedora de un ciudadano belga que se ha visto sorprendido por este suceso. Todo cambió para él hace apenas una semana cuando vio lo que ocurría con su vivienda vacacional de los últimos años.
Este ciudadano belga no sabe a quién acudir para que pueda recuperar esa urna tan valiosa para él. Y no es porque no lo haya intentado varias veces y no se haya molestado en llamar a distintas puertas.
"Llegamos y vimos a la Guardia Civil por la zona del derrumbe, pero nos dijeron que no era competencia suya. Nos remitieron a hablar con la Policía Local y esta a los Bomberos de la zona. Ellos entendieron mi problema, algo muy sensible y personal, pero ellos no pueden hacer nada sin una orden policial", afirma Coupeau.
El belga tiene claro que la urna con las cenizas de su padre no se ha roto
Hasta el momento, el bueno de Abel ha buscado ayuda en el Consulado belga, que se localiza en Alicante. "Me dijeron que era algo personal y ahí ellos no podían hacer nada. Me siento muy decepcionado y desamparado por mi Consulado", dijo.
Coupeau aclaró que está convencido de que la urna con las cenizas de su padre está casi intacta y la quiere recuperar sea como sea. "No sé ni qué hacer", se lamenta este belga de 43 años.
"Mi padre y yo descubrimos Peñíscola en 2015 y nos enamoramos de ella. Al poco tiempo falleció víctima de una larga enfermedad, y sus deseos eran venir a morir a esta ciudad, y que sus cenizas fueran esparcidas en el mar. Me gustaría que su deseo se pudiera cumplir, ya que en su día no pudo", denuncia este ciudadano belga.
Lo que más quiere en este momento es que se trabaje lo más rápido posible en la zona del derrumbamiento. Y así, podrá estar más cerca de acceder a esa urna. Cuando ya se pueda pasar a esa zona, una vez quitados los escombros, buscará con ahínco ese objeto que tiene un gran valor sentimental para él.
Veremos si la suerte acompaña a este hombre que, sin esperarlo, se ha encontrado con una situación dantesca. Ha perdido el piso que tenía en propiedad en Peñíscola y, además, una considerable cantidad de pertenencias, entre otras la citada urna.