Letizia Ortiz está atravesando por uno de los momentos más delicados de su vida. Este martes fallecía su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle. Pero no se trata de la única pérdida que ha sufrido la reina en verano.
Con la locutora asturiana mantenía una relación muy estrecha. El contacto entre ellas era muy frecuente e incluso fue una de las primeras personas a las que le presentó al príncipe en 2003.
Todo esto ocurre a las puertas de las vacaciones que la Familia Real tiene previsto pasar en Mallorca. La temporada estival le trae malos recuerdos a Letizia Ortiz, que ha visto cómo fallecían varias personas de su familia.
En junio de 2008 murió su abuela materna, Enriqueta Rodríguez. Lo hacía a los 89 años, 16 meses después de que perdiera a su nieta Érika Ortiz. La perdida se produjo unas semanas antes de que volaran a su destino vacacional.
Optaron por mantener el viaje, aunque Letizia cancelaría los días siguientes todos los actos oficiales de la agenda.
Letizia Ortiz y las muertes que marcaron sus vacaciones
Los abuelos maternos de Letizia Ortiz eran más discretos y sus apariciones públicas fueron más limitadas. Nada que ver con Menchu, que era mucho más conocida y asediada por los medios. La presencia de su nieta en la Zarzuela no alteraba para nada sus planes.
El abuelo materno también moría en verano, en concreto el 28 de julio de 2015. Lo hacía a las puertas de su viaje a las Islas Baleares. Paco, como era conocido por sus familiares, estuvo acompañado por sus seres queridos hasta el último momento.
El fatal desenlace obligó a la reina a alterar sus planes oficiales. En aquel momento canceló el acto que tenía previsto y retrasó su vuelo a Palma.
La historia se ha vuelto a repetir para Letizia, que acaba de enterrar a la última abuela que le quedaba. El otro abuelo, el paterno, murió en marzo de 2005.
El entierro por Menchu Álvarez del Valle tuvo lugar este miércoles en un ambiente discreto y familiar. Era lo que la comunicadora había trasladado a su familia. Ninguno de los dos reyes estuvo presente en la despedida.
Felipe IV se encontraba de viaje en Perú, pero tenía intención de regresar lo antes posible a Madrid para arropar a Letizia. En cualquier caso, no hay intención de que cambien sus agendas en los próximos días.
Se mantienen las vacaciones oficiales en Mallorca, donde también estarán sus hijas. Será un verano un tanto especial por la marcha de Leonor a Gales. La princesa continuará con sus estudios en el extranjero a partir de septiembre.
La asturiana ya se encuentra de descanso. El pasado domingo 25 de julio fue el último acto público en el que participó. Lo hizo en Santiago en la tradicional ofrenda nacional en la plaza del Obradoiro.
La previsión es que lleguen al palacio de Marivent el sábado 31 de julio. Estarán unos días de descanso en la isla, que alternarán con los actos públicos con las autoridades.
La reina participará en la entrega de los Premios Atlàntida Film Festival, un certamen organizado por Filmin. Ella, además, es suscriptora de la plataforma desde hace más de una década. Será la segunda vez que acuda al acto, la anterior vez fue en 2019.
Serán los primeros eventos en los que se pueda ver a Letizia tras el fallecimiento de su abuela. Posiblemente este verano tarde en olvidarlo. Ahora lo que más le preocupa a la reina es disfrutar el máximo posible de su familia, sobre todo de Leonor.
Dentro de unas semanas tendrá que despedirse de ella, asumiendo que tendrá que alejarse la princesa durante un largo tiempo.