La muerte de Samuel, el joven gallego que perdió la vida a causa de una paliza, ha acaparado los titulares esta semana. Este viernes, el programa Ya es mediodía entrevistaba a una de las amigas de los detenidos por acabar con la vida del auxiliar de enfermería. Su testimonio generaba polémica en el plató de Telecinco.
Unas declaraciones nada acertadas
La entrevistada, Carla, pedía encarecidamente que su grupo de amistades pagara por el asesinato cometido. Sin embargo, defendía que la homofobia no fue clave en este trágico suceso, pero sí el alcohol:
"No sé qué les pudo pasar. Yo creo que iban bebidos y que en el momento iban ya calientes porque el chaval y la chavala iban discutiendo y pensó que estaban grabando su discusión".
La amiga de los agresores justificaba también que no se trataba de un crimen homófobo. La violencia recayó sobre Samuel porque era chico, según ella. A pesar de ello, era Lina quien portaba el móvil en las manos.
"Si llega a ser otro chico, aunque no fuera gay, hubiera sido al chico igual porque en su pandilla hay un gay", comentaba Carla.
"No le tendrían que pegar a nadie por ser gay, llega a ser gordo y le dirían: 'Tú, gordo de mierda'. Porque es lo primero que ves en la persona", añadía.
Entonces la presentadora del espacio de Telecinco interrumpió el discurso de la joven visiblemente molesta.
"Ni gordo ni nada. Pero, evidentemente, cuando alguien le llama maricón a alguien es evidente que hay una intención, ¿o tú no lo ves así?", cuestionó a la entrevistada.
"No, yo no lo veo así y menos cuando en el grupo de estos chavales hay un gay y nunca le pasó nada", insistía Carla.
"Eres muy joven y no podemos normalizar llamar a alguien maricón por la calle", replicaba Sonsoles Ónega.
"Claro, pero es que hoy en día está normalizado. Yo me enfado con alguien y te voy llamando lo que vea", respondía desafortunadamente a la periodista la amiga de los agresores.
"Yo si te veo con gafas, pues...¡Tú con las gafas te las voy a romper! Yo no creo que fuera por ser gay", añadía.
La presentadora, harta de las culpas a la prensa
Las justificaciones de la invitada desde luego no gustaron nada a la conductora del espacio de mediodía. La periodista aclaraba que no iba a juzgar lo que pensaba de la joven. Sin embargo, defendía que independientemente de la naturaleza de la víctima no había que llegar a estos extremos de violencia.
"No los defiendo, claramente tienen que pagar por lo que han hecho, porque mataron a una persona", aclaraba la entrevistada.
La comunicadora insistía de nuevo en que "no puede estar normalizado llamar a alguien maricón".
"Claro, pero como a la prensa rosa os da chichilla lo de maricón, estáis para cuatro programas", criticaba entonces la entrevistada.
Sonsoles Ónega salía entonces en defensa de los medios de comunicación. Desde su posición de presentadora, la periodista defendía que la prensa no había engordado el caso de la muerte de este gallego. Los tintes homófobos existieron y así se hizo saber desde el principio.
Cada persona es libre de amar a quien quiera. No tiene ningún sentido que en pleno siglo XXI haya quienes todavía condenen la sexualidad de las personas y se tengan que lamentar acciones violentas contra ellas.
El caso de Samuel no es algo aislado. Sin embargo, el gallego ha acabado de la peor forma posible. Su familia quiere que se haga justicia y, además, que la muerte del joven no sea en vano.
Sus más allegados tienen la esperanza de que nadie más tenga que pasar por este horrible trance. Nadie les va a devolver a su familiar, pero esperan que ninguna familia tenga que despedirse de uno de sus miembros de esta forma tan cruel.